TEMAS CONGRESO 2014. ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA PRÁCTICA. LAS SIETE CUEVAS CELESTES. Es indispensable reflexionar siempre sobre el origen del ser humano, cómo a través de las leyes, lo divino se humaniza y lo humano se diviniza. Bajo este principio podemos considerar que el ser humano debe realizar en sí mismo ese principio. Precisamente, el emperador Moctezuma, cuenta fray Diego de Durán, sintió en su interior la inquietud de saber de dónde venimos. Cita Don Mario Roso de luna, El libro que mata la muerte, página 126, 134: “Cuenta dicha Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme, de Fray Diego Durán - hermoso libro escrito a raíz de la colonización española de tan vasto Imperio- que viéndose el emperador Moctezuma en la plenitud de sus riquezas y gloria, se creyó poco menos que un Dios. Los magos o sacerdotes del reino, mucho más sabios que él y más ricos, puesto que dominaban todos sus deseos inferiores, hubieron de decirle”: "¡Oh, nuestro rey y señor! No te envanezcas por nada de cuanto obedece a tus órdenes. Tus antepasados, los emperadores que tú crees muertos, te superan allá en su mundo tanto como la luz del Sol supera a la de cualquier luciérnaga..." Siempre en nuestras vidas, aunque no seamos emperadores, siempre aparece la ayuda de nuestro padre interno, de nuestra Madre Divina, a veces escuchamos la dulce vocecita de nuestro gurú interior o percibimos el tintinar de las estrellas o a través del arrullador canto del río o nacimiento que nos invita a la reflexión y nos dice que no nos envanezcamos y que busquemos el camino interior. “Entonces el emperador Moctezuma, con más curiosidad aún que orgullo, determinó enviar una lúcida embajada cargada de presentes a la Tierra de sus mayores, o sea, a la bendita Mansión del Amanecer, más allá de las siete cuevas de Pacaritambo, de donde era fama que procedía el pueblo azteca y de las que tan laudatoria mención hacen sus viejas tradiciones. La dificultad, empero, estaba en lograr los medios y el verdadero camino para llegar felizmente a tan oscura y misteriosa región, camino que en verdad no parecía conocer ya nadie”. Y que precisamente esos caminos que nos llevan hacia lo mágico y sublime de las dimensiones superiores, por causa de tantas teorías y tanto pseudo ocultismo, ha extraviado el ser humano, de ahí que el camino a los mundos internos parezca estar simbolizado por cardos, espinas y abrojos que rodean todos los senderos. Más sin embargo la fuerza del alma aquí en el mundo es fuerte como la del emperador Moctezuma. "Entonces, el Emperador hizo comparecer a su ministro Tlacaelel ante su presencia, diciéndole”: "-Haz de saber, ¡Oh Tlacaelel!, que he determinado juntar una hueste compuesta por mis más heroicos caudillos, y enviarlos muy bien aderezados y apercibidos con gran parte de las riquezas que el Gran Huitzilopochtli se ha servido depararnos para su gloria, y hacer que las vayan a poner reverentemente a sus augustos pies. Como también tenemos fidedignas noticias de que la madre misma de nuestro Dios aún vive, podría serle grato también el saber de estas nuestras grandezas y esplendores ganados por sus descendientes con sus brazos y con sus cabezas." Vale la pena reflexionar sobre todos los valores que tienes tú como bendiciones que te ha entregado el Padre interno y la Madre Divina para que las aprestes con determinación para iniciar al retronó a los mundos superiores, ya sea que tengas voluntad, tenacidad, paciencia, entre otras, hacer un balance o examen de conciencia para que estratégicamente las utilices a través de la psicología revolucionarse. “Tlacaelel respondió”: “-Poderoso Señor, al hablar como has hablado, no se ha movido, no, tu real pecho por mundanos negocios, ni por propias determinaciones de tu tan augusto corazón, sino porque alguna deidad excelsa así te mueve a emprender aventura tan inaudita como la que pretendes. Pero no debes ignorar, Señor, que lo que con tanta decisión has determinado no es cosa de mera fuerza, ni de destreza o valentía, ni de aparato alguno de guerra, ni de astuta política, sino cosas de brujas y de encantadores, capaces de descubrirnos previamente con sus artes el camino que conducirnos pueda a semejantes lugares. Porque has de saber, ¡Oh poderoso Príncipe!, que según cuentan nuestras viejas historias, semejante camino está cortado desde luengos años ha, y su parte de este lado ciega ya con grandes jarales y breñales poblados de monstruos invencibles, médanos y lagunas sin fondo y espesísimos carrizales y cañaverales donde perderá la vida cualquiera que semejante empresa intente temerario. Busca, pues, Señor, como remedio único contra tamaños imposibles a esa gente sabia que te digo, que ellos, por sus artes mágicas, podrán quizás salvar todos esos imposibles humanos e ir hasta allá trayéndote luego las nuevas que nos son precisas acerca de semejante región, región de la que se dice por muy cierto que cuando nuestros abuelos y padres la habitaron antes de venir en larga peregrinación hasta las lagunas de México, en las que vieron el prodigio del tunal o zarza ardiendo, era una prodigiosísima y amena mansión donde disfrutaban de la paz y del descanso, donde todo era feliz más que en el más hermoso de los ensueños, y donde vivían siglos y siglos sin tornarse viejos ni saber lo que eran enfermedades, fatigas ni dolores, ni tener, en fin, ninguna de esas esclavizadoras necesidades físicas que aquí padecemos, pero después que de tal Paraíso salieron nuestros mayores para venir aquí, todo se les volvió espinas y abrojos; las hierbas les pinchaban, las piedras les herían y los árboles del camino se les tornaron duros, espinosos e infecundos, conjurándose todo contra ellos para que no pudieran retornar allá y así cumpliesen su misión en este nuestro mundo." Podemos presentir que late la fuerza en el corazón de todos ustedes el ímpetu por regresar a Aztlán, el ímpetu por regresar a las dimensiones superiores, bien entendemos que no es coraje, valentía o armas lo que se necesita para conocer esas regiones superiores que manaban leche y miel, sino de una psicología revolucionaria, vivir la doctrina del cristo social y la alta teúrgia para poder sortear los imposibles humanos y conocer y vivir en los grandes templos de sabiduría. “Moctezuma, oyendo el buen consejo del sabio Tlacaelel, se acordó del historiador real Cuauhcóatl literalmente, el 'Dragón de la Sabiduría', constante nombre de los Adeptos de la 'mano derecha' o magos blancos-, venerable viejo que nadie sabía contar sus años, e inmediatamente se hizo llevar hasta su retiro en la montaña, diciéndole, después de haberle saludado reverentemente”: -Padre mío, Anciano nobilísimo y gloria de tu pueblo, mucho quiero saber de ti, si te dignas decírmelo, qué memoria guardas tú en tu ancianidad santa acerca de la historia de las Siete Cuevas Celestes donde habitan nuestros venerables antepasados, y qué lugar es aquel santo lugar donde mora nuestro Dios Huitzilopochtli, y del cual vinieron hasta aquí nuestros padres". "-Poderoso Moctezuma -respondió solemnemente el anciano lo que éste, tu servidor, sabe respecto de tu pregunta, es que nuestros mayores, en efecto, moraron en aquel feliz e indescriptible lugar que llamaron Aztlán, sinónimo de pureza o blancura. Allí se conserva todavía un gran cerro en medio del agua al que llaman CULHUA-CAN, que quiere decir “cerro tortuoso o de las serpientes”. En dicho cerro es donde están las cuevas y donde, antes de aquí venir, habitaron nuestros mayores dilatados años. Allí, bajo los nombres de MEDJINAS y AZTECAS, tuvieron grandísimo descanso. Allí disfrutaban de gran cantidad de patos de todo género, garzas, cuervos marinos, gallaretas, gallinas de agua y muchas y diferentes clases de hermosos pescados, gran frescura de arboledas cuajadas de frutos y adornadas de pajarillos de cabezas coloradas y amarillas, fuentes cercadas de sauces, sabinas y enormes alisos. Andaban aquellas gentes en canoas y hacían camellones en los que sembraban maíz, chile, tomates, frijoles y demás géneros de semillas de las que aquí comemos, y que ellos trajeron de allí, perdiéndose otras muchas. Mas, después que salieron de allí a esta tierra firme y perdieron de vista a tan deleitoso lugar, todo, todo, se volvió contra ellos. Las hierbas les mordían, las piedras les cortaban, los campos estaban llenos de abrojos y hallaron grandes jarales y espinos que no podían pasar, ni asentarse y descansar en ellos. Todo lo hallaron, además, cuajado de víboras, culebras y demás bichos ponzoñosos, de tigres y leones y otros animales feroces que les disputaban el suelo y les hacían imposible la vida. Eso es cuanto dejaron dicho nuestros antepasados y esto es lo que puedo decirte con cargo a nuestras historias, ¡Oh, poderoso Señor!". “El Rey respondióle al Anciano que tal era la verdad, por cuanto Tlacaelel daba aquella misma relación. Así, pues, mandó al punto que fuesen por todas las provincias del Imperio a buscar y llamar a cuantos encantadores y hechiceros pudiesen hallar. Fueron, pues, traídos ante Moctezuma hasta cantidad de sesenta hombres, toda gente anciana, conocedora del arte mágico, y una vez reunidos los sesenta, el Emperador les dijo”: "-Padres y ancianos, yo he determinado conocer hacia dónde está el lugar del que salieron los mexicanos de antaño, y saber puntualmente qué tierra es aquélla, quién la habita y si es viva aún la madre de nuestro Dios Huitzilopochtli. Por tanto, apercibíos para ir hasta allá con la mejor forma que os sea dable y retornar brevemente acá." "Mandó además sacar gran cantidad de mantas de todo género, vestiduras lujosas, oro y muy valiosas joyas. Mucho cacao, algodón, tenacaztli, vainillas negras y plumas de mucha hermosura, lo más precioso, en fin, de su tesoro, y se lo entregó a aquellos hechiceros, dándoles, también, a ellos su paga y mucha comida para el camino, para que con el mayor cuidado cumpliesen con su cometido." "Partieron, pues, los hechiceros, y llegados a un cerro que se dice Coatepec, que está en Tula, hicieron sus invocaciones y círculos mágicos embijándose con aquellos ungüentos que todavía se usan en tales operaciones..." "Una vez en aquel lugar, invocaron al Demonio -a sus respectivos DAIMONES familiares, al LUCIFER particular de cada cual, querrá decir- y le suplicaron que les mostrase el verdadero lugar donde sus antepasados vivieron. El Demonio, forzado por aquellos conjuros, les transformó, a unos en aves, a otros en bestias feroces, leones, tigres, adives y gatos espantosos, y los llevó a ellos y a todo cuanto ellos conducían al lugar habitado por los antepasados." La gnosis contiene las técnicas, los mantras, los artificios necesarios para realizar la gran obra; como salir en cuerpo astral, usar la ciencia jinas. Por eso es que nuestros antepasados conocían astronomía, medicina y muchas otras ciencias, principalmente porque eran instruidos por los grandes maestros en sus templos donde conocían la transmutación, la que se representa en ocasiones con el mar, un lago cristalino o laguna. En mitos y leyendas hay elevadas o retiradas montañas que representan los estados de iluminación en la meditación y que es a través de esta como podemos en el estado en que nos encontramos, percibir la magnificencia de nuestro Dios interior Huitzilopochtli, de nuestra Madre Divina y de las diferentes partes de nuestro Ser. Entonces podemos buscar en la meditación el pan que pueda alimentar diariamente al espíritu para conocer la grandeza del Padre que está en secreto. Sí, la meditación es el pan diario del sabio, que nos permite percibir las bienaventuranzas del Dios Huitzilopochtli y la sabiduría del real Cuaucóatl, el dragón de la sabiduría. Muchas experiencias habrás de guardar en secreto, pues son para tu desarrollo interno, como las de los sabios de Anáhuac. "Llegados así a una laguna grande, en medio de la cual estaba el cerro de Culhuacán, y puestos ya en la orilla, volvieron a tomar la forma de hombres que antes tenían, y cuenta la historia, que viendo ellos a alguna gente que pescaba en la otra orilla, los llamaron. La gente de tierra llegase en canoas, preguntándoles de dónde eran y a qué venían. Ellos entonces respondieron”: "-Nosotros, Señores, somos súbditos del gran Emperador Moctezuma, de México, y venimos mandados por éste para buscar el lugar donde habitaron nuestros antepasados." "Entonces los de tierra preguntaron a qué Dios adoraban, y los viajeros contestaron”: "-Adoramos al gran Huitzilopochtli, y tanto Moctezuma como su consejero Tlacaelel, nos ordenan buscar a la madre de Huitzilopochtli, pues para ella y para toda su familia traemos ricos presentes." "El anciano les dijo”: "-Que sean ellos bienvenidos y traédmelos acá." "Al punto volvieron con sus canoas, y metiendo a los viajeros en ellas, los pasaron al cerro de Culhuacán, el cual cerro dicen que es de una arena muy menuda, que los pies de los viajeros se hundían en ella sin poder casi avanzar, llegando así a duras penas hasta la casita que el viejo tenía al pie del cerro. Estos saludaron al anciano con grandísima reverencia y le dijeron: "-Venerable Maestro, henos aquí a tus siervos en el lugar donde es obedecida tu palabra y reverenciado tu hábito protector." "El viejo, con gran amor, les replicó”: "-Bienvenidos seáis hijos míos. ¿Quién es el que os envió acá? ¿Quién es Moctezuma y quién Tlacaelel Cuauhcóatl? Nunca aquí fueron oídos tales nombres, pues los señores de esta tierra se llaman Texacatetl, Acactli, Ahatl, Xochimil, Auxeotl, Tenoch y Victon, y éstos son siete varones, caudillos de gentes innumerables. A más de ellos, hay cuatro maravillosos ayos, o tutores del gran Huitzilopochtli, dos de ellos que se llaman Cuautloquetzqui y Axolona." "Los viajeros asombrados dijeron”: "-Señor, todos esos nombres nos suenan a nosotros como seres muy antiguos, de los que apenas si nos queda memoria en nuestros ritos sagrados, porque hace ya luengos años que todos ellos han sido olvidados o muertos." "El viejo, espantado de cuanto oía, exclamó”: "-¡Oh Señor de todo lo creado! ¿Pues quién los mató si aquí están vivos? Porque en este lugar no se muere nadie, sino que viven siempre. ¿Quiénes son, pues, los que viven ahora? "Los enviados respondieron confusos”: "-No viven, Señor, sino sus bisnietos y tataranietos, muy ancianos ya todos ellos. Uno de éstos es el gran Sacerdote de Huitzilopochtli llamado Cuauhcóatl." "El viejo, no menos sorprendido que ellos, clamó con magna voz”: "-¿Es posible que aún no haya vuelto ya aquí ese hombre, cuando desde que de aquí salió para ir entre vosotros le está esperando inconsolable, y día tras día, su santa madre? "Con esto el viejo dio la orden de partida para el Palacio Real del cerro. Los emisarios, cargados con los presentes que habían traído, trataron de seguirle, pero les era imposible casi el dar un solo paso; antes bien, se hundían más y más en la arena como si pisasen en un cenagal. Como el buen anciano les viese en tal apuro y pesadumbre, viendo que no podían caminar mientras que él lo hacía con tal presteza que casi parecía no tocar el suelo, les preguntó amoroso: "-¿Qué tenéis, ¡oh mexicanos!, que tan torpes y pesados os hace? Para así estar, ¿qué coméis en vuestra tierra?". "-Señor, -le respondieron los cuitados- allí comemos cuantas viandas podemos de los animales que allí se crían y bebemos pulque." "A lo que el viejo respondió lleno de compasión”: "-Esas comidas y bebidas, al par que vuestras ardientes pasiones, son las que así os tienen, hijos, tan torpes y pesados. Ellas son las que no os permiten llegar a ver el lugar donde viven nuestros antepasados y os acarrean una muerte prematura, en fin. Sabed además que todas esas riquezas que ahí traéis para nada nos sirven acá, donde sólo nos rodean la pobreza y la llaneza." "Y diciendo esto, el anciano cogió con gran poder las cargas de todos y las subió por la pendiente del cerro como si fuesen una pluma..." El recuerdo de sí es un impulso constante de la conciencia, que es de lo que debemos de alimentarnos para conocer las grandes maravillas, pues el alimento animalesco como la crítica, la envidia, los celos, el orgullo, etc., parece ser la dieta común que es lo que impide el ascenso a las experiencias superiores y estados de conciencia profundos. Una vez arriba les salió una mujer, ya de gran edad, tan sucia y negra que parecía como cosa del infierno, y llorando amargamente les dijo a los mexicanos:" "-Bienvenidos seáis, hijos míos, porque habéis de saber que después que se fue vuestro Dios y mi hijo Huitzilopochtli de este lugar, estoy en llanto y tristeza esperando su vuelta, y desde aquél día no me he lavado la cara, ni peinado, ni mudado de ropa, y este luto y tristeza me durarán hasta que vuelva." "Viendo los mensajeros una mujer tan absolutamente descuidada, llenos de temor dijeron”: "-El que acá nos envía es tu siervo, el Rey Moctezuma y su coadjutor Tlacaelel Cuauhcóatl, y sabe que él no es el primer rey nuestro sino el quinto. Dichos cuatro reyes, sus antecesores, pasaron mucha hambre y pobreza y fueron tributarios de otras provincias, pero ahora ya está la ciudad próspera y libre, y se han abierto caminos por tierra y por mar, y es cabeza de todas las demás, y se han descubierto minas de oro, plata y piedras preciosas, de todo lo cual os traemos presentes." "Ella les respondió ya aplacado su llanto”: "-Yo os agradezco todas vuestras noticias, pero os pregunto si viven los viejos ayos (sacerdotes) que llevó de aquí mi hijo." "-Muertos son, señora, y nosotros no los conocimos ni queda de ellos otra cosa que su sombra y casi borrada memoria." "Ella, entonces, tornando a su llanto, preguntóles”: "-¿Quién fue quien los mató, puesto que acá todos sus compañeros son vivos? Y luego añadió: ¿Qué es esto que traéis de comer? Ello os tiene entorpecidos y apegados a la tierra, y ello es la causa de que no hayáis podido subir hasta acá." "Y dándoles embajada para su hijo, terminó diciéndoles a los visitantes”: "-Noticiad a mi hijo que ya es cumplido el tiempo de su peregrinación, puesto que ha apacentado a su gente y sujetado todo a su servicio, y por el mismo orden gentes extrañas os lo han de quitar todo, y él ha de volver a éste, nuestro regazo, una vez que ha cumplido allá abajo su misión." "Y dándoles una manta y un braguero símbolo de castidad para su hijo, los despidió." "Pero no bien comenzaron los emisarios a descender por el cerro, volvió a llamarlos la anciana, diciéndoles”: "-Esperad, que vais a ver cómo en esta tierra nunca envejecen los hombres. ¿Veis a éste mi viejo ayo? Pues en cuanto descienda adonde estáis, veréis que mozo llega". "El viejo, en efecto, comenzó a descender, y mientras más bajaba más mozo se iba volviendo, y no bien volvió a subir tornó a ser tan viejo como antes, diciéndoles”: "-Habéis de saber, hijos míos, que este cerro tiene la virtud de tornarnos de la edad que queremos, según subamos por él o de él bajemos. Vosotros no podéis comprender esto porque estáis embrutecidos y estragados con las comidas y bebidas y con el lujo y riquezas." "Y para que no se fuesen sin recompensa de lo que habían traído, les hizo traer todo género de aves marinas que en aquella laguna se crían, todo género de pescados, legumbres y rosas, mantas de henequén y bragueros, una para Moctezuma y otra para Tlacaelel." "Los emisarios, embijándose como a la ida, volvieronse los mismos fieros animales que antes para poder atravesar el país intermedio, regresaron al cerro de Coatepec, y tornando allí a su figura racional, caminaron hacia la Corte no sin advertir que de entre ellos faltaban veinte por lo menos, porque el Demonio, sin duda, los diezmó en pago por su trabajo, por haber andado más de trescientas leguas en ocho días, y aún más brevemente los hubiera podido aportar como aquél otro a quien trajo en tres días desde Guatemala, por el deseo que tenía cierta dama vieja de ver la cara hermosa del mismo, según se relató en el primer auto de fe que en México celebró la Santa Inquisición..." "Maravillado quedó Moctezuma de todo aquello, y llamando a Tlacaelel, entre ambos ponderaron la fertilidad de aquella santa tierra de sus mayores; la frescura de sus arboledas, la abundancia sin igual de todo, pues que todas las sementeras se daban a la vez, y mientras unas se sazonaban, otras estaban en leche, otras en cierne y otras nacían, por lo que jamás podía conocerse allí la miseria. Al recuerdo ese de semejante tierra de felicidad, Rey y ministro comenzaron a llorar amargamente, sintiendo la nostalgia de ella y el ansia sin límites de algún día volver a habitarla, una vez cumplida aquí abajo su humana misión." Así como el emperador Moctezuma conoció el camino de retorno a su Padre interno, a su Madre divina y las regiones superiores de la naturaleza; así también el maestro Samael nos ha develado el camino para retornar a las siete cuevas celestes por medio de la fuerza de nuestro daimón interior o entrenador psicológico, que es la sombra y proyección del Ser en el camino iniciático y en el despertar de la conciencia. Realmente se ha llegado el cumplimiento del peregrinar en este mundo, con las armas en la mano debemos de avanzar para los ciclos de retorno terminar y la conciencia de una vez poder liberar. Así se están cumpliendo las grandes profecías para estos tiempos, que es la selección del ejército de salvación, la selección de los justos y la promesa del Padre que habla de las maravillas y cosas que jamás ha visto el ojo humano y que alcanzará a vislumbrar al continuar en el trabajo haciendo la voluntad del Padre. Ismael Moreno Luna. Calmecac, San Luis Potosí, S.L.P. MÉXICO TENOCHTITLAN. La mítica fundación de México Tenochtitlán, además de haber sido un acontecimiento sorprendente, es una mágica representación de los procesos internos que se deben llevar a cabo en el ser humano a través de esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios. La actual ciudad de México (“Metztli”, luna y “Xictli” ombligo, la ciudad que está en medio del lago de la luna) tuvo sus orígenes cuando la divinidad eligió convertir ese lugar en la Tierra prometida del pueblo azteca. Fue destinado desde entonces a convertirse en la capital del mundo. Después de su largo peregrinar y provenientes del lugar de siete cuevas, Huitzilopochtli designó a los aztecas su lugar de establecimiento, aquél donde encontraran un águila triunfante posada sobre el nopal devorando una serpiente, de ahí proviene el nombre de Tenochtitlán “Lugar del tenochtli, nopal de tuna dura”. En ese lugar también se encontraron otras señales prometidas por Huitzilopochtli, como el sauce blanco, la rana color esmeralda y el pez blanco. La peregrinaciones, tan acostumbradas hoy en día y que provienen de antaño, representan el peregrinaje que nuestra alma realiza en busca de la auto realización; la esencia avanza cada día con sacrificios, abandonando apegos y enfrentando circunstancias adversas por medio de la auto observación y de la voluntad, hasta que descubre que ha llegado al lugar indicado, que es más bien un estado interior, cuando la sabiduría es absorbida por nuestro propio Ser y lo muestra triunfantemente al posarse sobre las espinas de la voluntad. Serpiente, águila, nopal, piedra filosofal, agua del gran lago, son extraordinarios basamentos esotéricos de la gran Tenochtitlán. La serpiente, símbolo esotérico de la sabiduría y el conocimiento oculto, como deidad femenina en el ser humano es la esposa del Espíritu Santo, la virgen llorando al pie de la cruz con el corazón atravesado por siete puñales, que el águila (tercer logos) debe devorar. La culebra, al ser devorada por el águila, se convierte en serpiente emplumada. Ometecuhtli, el señor (Águila) y Omecihuatl, la señora (serpiente), se encuentran plenamente manifestados en la serpiente emplumada, resultado de sacrificios y padecimientos voluntarios representados por las espinas del nopal. El sacerdote Cuauhcoatl (serpiente-águila), reunió en ese entonces a los mexicanos para indicarles que su búsqueda había concluido y que eran merecedores de alcanzar su deseo. En el códice Azcatitlán, se muestran los principios de la civilización mexicana en una imagen donde unos pescadores en canoa pescan entre juncos y aves acuáticas. La fundación de la gran Tenochtitlán es antiquísima. El pueblo mexicano honraba a los Dioses de Anáhuac, los mismos ángeles del cristianismo, principios espirituales de las fuerzas maravillosas de la naturaleza; y siendo apenas “salvajes lacustres” dotados de sencillas armas como la red para pescar y el lanza dardos para cazar aves del lago, convivían con pueblos más urbanos de Colhuacan, Azcapotzalco y Texcoco. Aquellos peregrinos aprendieron a controlar las fuerzas naturales por haber realizado las iniciaciones calificadas del adepto para ser aceptados por los príncipes del fuego, del aire, del agua y de la tierra; es decir, aprendieron a controlar a cada elemento de la naturaleza primero en su interior a través de serenidad y paciencia, adaptabilidad a las circunstancias, sacar provecho a las adversidades y aprender a despojarse de los apegos y después en su exterior, los elementos les obedecieron, se convirtieron en magos, en seres que dominan a la naturaleza con la venia de los dioses santos, ante quienes siempre se prosternaron y entonces la respuesta no se hacía esperar, los mismos dioses contribuyeron a la construcción de la majestuosa ciudad. Gracias al trueque, los mexicanos compraron a los vecinos tierra firme, maderas, tablas y piedras para edificar la ciudad. Con infinita humildad, sencillez y pobreza edificaron el Templo a Huitzilopochtli a unos trescientos metros del zócalo capitalino. Según la leyenda, esta primera etapa se celebra una vez al año en las fiestas del mes Etzaqcualiztli. Ese Ayahucali o primer adoratorio fue posteriormente reconstruido siete veces y a su alrededor se levantaron palacios, pirámides, santuarios…, En el Teocalli, la casa de Dios se concentró el motivo fundamental de la ciudad, del pueblo y del Estado. Así también en nosotros hemos de construir la ciudad empezando por el primer adoratorio, que se ubica en el templo corazón, donde radica nuestro Padre que está en secreto, y enseguida ha de construirse el templo siete veces, porque son siete los cuerpos que el ser humano posee: físico, vital, astral, mental, causal, del alma y del Ser. Con gran industria y paciencia, el pueblo anfibio empezó por crear el suelo firme acumulando lodo sobre balsas de juncos, ahondando canales, terraplenando orillas, construyendo calzadas y puentes, adaptando las innumerables islas pequeñas, bancos de arena y fango. Fue así como surgió la gran Tenochtitlán, centro maravilloso de una poderosa civilización serpentina. Uno de los 20 fundadores, Ocelotl-Tonatiuh, sol de tigres, fue jefe de los místicos guerreros y sacerdotes de la orden de los caballeros tigres, cuyos adeptos pasaban por terribles pruebas antes de aprender a manejar el poder de la imaginación y voluntad para transformarse verdaderamente en tigres. Los caballeros tigres y los caballeros águilas fueron al mismo tiempo guerreros y sacerdotes; guerreros porque luchaban constantemente contra sus propias debilidades y sacerdotes porque siempre se consagraron a la divinidad. Eran muy poderosos, tenían facultades para transformarse a sí mismos como nahuales, entrar y salir de las diferentes dimensiones de la naturaleza, curar a las personas y enseñar la doctrina secreta de Anáhuac. Alrededor del Templo mayor en México Tenochtitlán se construyó el famoso Coatepantli o “muro de serpientes”, formado por dos serpientes de fuego o Xiuhcoatls. En el interior del recinto donde se levantó el templo mayor, existió un templo circular dedicado al Sol, orientado hacia el este, su techo permitía que el Sol penetrara en su altar. En el muro interior del fondo de ese templo se hallaba un gigantesco sol de oro puro, representación visible de la gran deidad invisible, Ipalnemohuani. Su puerta de entrada era la boca de una serpiente con fauces abiertas; de sus comisuras, curvos y amenazadores salían los colmillos y, en relieve, sobre el piso, grande y bífida lengua salía de la puerta del templo. En el frontispicio del templo, en relieve, abiertas fauces de otra enorme serpiente de afilados colmillos simbolizando al monstruo contra el cual tenían que luchar los adeptos de la augusta Orden de los Comendadores del Sol. Dentro de este recinto tenían lugar los rituales de iniciación para alcanzar los altos grados de caballero Oceltol (tigre) y caballero Cuauhcoatl (águila). Entre las cámaras secretas de este templo de misterios existió el Tzinacalli (la casa del murciélago) espacioso salón con aspecto interior de sombría caverna donde los Caballeros Ocelotl (tigre) y Caballeros Cuauhcoatl (águila) realizaban prodigios como sanaciones y ayuda a la humanidad. Sobre el dintel de la pequeña puerta disimulada en el muro interior del fondo de la caverna, la cual daba paso al templo, colgaba un gran espejo de obsidiana y frente a esa pequeña puerta ardía en el suelo una hoguera de leña de pino. También se encontraba el templo dedicado a Xochiquetzal que, aunque pequeño, lucía tapices bordados, plumas preciosas y adornos de oro. Xochiquetzal tenía poder para perdonar. A su templo iban las mujeres grávidas, después de tomar un baño lustral, para confesarle sus pecados y pedirle perdón y ayuda, más si estos eran muy grandes, a los pies de la deidad se quemaba la efigie de la penitente modelada en papel de amate. El diseño y estructura del Templo mayor de la ciudad de México Tenochtitlán es semejante al templo de Salomón. En él están incluidos diversos adoratorios. Tal como es afuera es adentro; por eso en nuestro templo interior hemos de construir adoratorios a cada una de las partes de nuestro Ser. Resulta extraordinario saber que el pueblo azteca no solamente se ocupó de establecerse en un lugar para vivir, sino que ese lugar fuera construido en piedra para que a pesar del paso del tiempo, generaciones como nosotros tengamos acceso a la sabiduría que con su imponente silencio devela los misterios de la auto realización íntima del Ser. Instructora. Susana M. Rodríguez Licea. Comisión Eventos. XOCHIPILLI. Xochitl, (flor); Pilli (principal). Flor preciosa o flor noble. Dios de la agricultura, de las flores, de la música, del canto, de la poesía y de la danza. En el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México se encuentra la extraordinaria escultura de Xochipilli que fue encontrada en Tlamanalco, al pie del volcán Popocatépetl, hacia el siglo XVI. Los nahuas, para transmitirnos su filosofía sólo contaban con la escritura ideográfica, motivo por el cual tenían que tallar muchas esculturas para hablar, en cada una de ellas de los atributos de la divinidad, de la pareja divina, del padre y madre interior, de los dioses y de los hombres. Motivo por el cual encontramos a este Dios sentado sobre un cubo de basalto bellamente tallado, representación de la piedra filosofal de los alquimistas, es la piedra cúbica perfecta de los grandes iniciados, de los Reyes y de los dioses. Sabiduría es amor, Xochipilli vive en el mundo del amor, de la música, de la belleza, su rostro tiene presencia infantil, inefable, sublime e impasible, pero su corazón reboza de alegría. El arte es la expresión positiva de la mente. El intelecto es la expresión negativa de la mente, todos los adeptos han cultivado las bellas artes. El gran simbolismo de esta bella pieza arqueológica nos señala la importancia del amor en todos los actos de nuestra vida: en la comprensión de nuestros defectos; en saber perdonar las ofensas y los errores de la pareja, de los hijos, de los padres, etc. y el amor que debemos sentir por nuestros padres internos, por la divinidad, hacia la naturaleza y hacia nuestros semejantes. En la coraza con fleco que termina en garras felinas (símbolo del fuego y de sabiduría) y sobre la cual, en el pecho ostenta dos soles con dos medias lunas, alegoriza la dualidad, a la pareja divina, a las fuerzas masculinas y femeninas; el padre que está en secreto es el Sol, es el eterno principio masculino y la madre divina es el eterno principio femenino que se puede representar con la luna. Las pulseras y rodilleras vienen a indicar los logros de nuestra alma, la victoria sobre el ego. En sus rodillas vemos una flor de seis pétalos que forma la estrella de Salomón: tres de ellos integran el triángulo con el vértice hacia arriba, como emblema del fuego y otro triángulo invertido constituido por otros tres pétalos, representa al elemento agua. En su pierna derecha aparece una flor con seis semillas, donde esa semilla es la simiente humana la cual debemos de transformar en energía creadora para que surjan las virtudes o los poderes. De la flor de su pierna izquierda emana el fuego sexual del amor unido a la espiritualidad. Por otra parte, el número 6 en Tarot y Cábala es la Indecisión, el estudiante o el discípulo se encuentra en una encrucijada entre el amor y el deseo, a un lado se encuentra la mujer común y del otro la iniciada, la Madre Divina; indica este número que debemos buscar el equilibrio, la amorosidad en el matrimonio, no podemos esperar la pareja ideal sin luchar por conseguirla, tenemos la que nos corresponde, la que nos asigna la Ley Divina, de acuerdo a nuestro nivel de Ser; de nuestros valores internos. Para lograr comprensión debemos saber comprender, para ganar respeto, tendremos que respetar, para exigir fidelidad habremos de ser fieles, etc. En el hogar debe reinar siempre la comprensión entre el hombre y la mujer, no debe esperar el hombre que la mujer sea perfecta, ni la mujer tampoco puede esperar que el hombre lo sea, hay que aceptar las cosas como son y tomar la casa como una escuela donde podemos auto-descubrirnos, comprender que los defectos son los factores de discordia, por ejemplo: la ira, el apego a la pareja, el temor de perderla, los celos, el orgullo, resentimiento y otros más. Debemos saber que uno puede cambiar, puede transformarse si se lo propone, para lo cual debemos eliminar nuestros errores, volvernos más reflexivos, hay que aprender a dispensar los errores del ser amado, ésta es la doctrina de Xochipilli. “Flores y cantos son lo más elevado que hay en la tierra para penetrar en los ámbitos de la verdad”, enseñaban los Tlamatinime (antiguos iniciados) en los Calmecac (centros de enseñanza superior). Las flores son emblema de la naturaleza y así mismo de las virtudes o poderes del alma, es lo que necesitamos para conocer la verdad, para penetrar en la sabiduría oculta y se refiere también a cultivar el amor, la belleza, el arte, la armonía, la alegría, etc. Cuando el ser humano cayó en degeneración, perdió sus poderes, sus sentidos internos se fueron deteriorando y conforme el ego se ha vigorizado a través de los siglos, las facultades humanas han ido desapareciendo. La danza sagrada y el Drama Cósmico sabiamente combinados con la música, sirvieron para transmitir a los neófitos, tremendos conocimientos arcaicos de tipo cosmogónico, psico-biológico, físico-químico, además de otras ciencias Debemos mencionar también la escultura, la cual fue grandiosa en otros tiempos, los seres alegóricos cincelados en la roca viva, como la que estamos estudiando en esta ocasión, referente a Xochipilli, nos revelan el conocimiento y la portentosa sabiduría de aquellos grandes iniciados aztecas y mayas. El arte objetivo iba dirigido a organizar, equilibrar y armonizar los tres cerebros del ser humano (intelectual, emocional y motor-instintivo-sexual): así como saber relacionarse consigo mismo, con el medio ambiente que le rodea y con el Cosmos infinito. En estos tiempos modernos todo aliento de espiritualidad se ha perdido, ya nada saben los artistas sobre la sagrada Ley del Siete, desconocen el Arte Regio de la naturaleza. El teatro, la pintura, la escultura, la música, todo ha sido profanado miserablemente, lo hemos prostituido. Quetzalcóatl, el Cristo Cósmico que encarnó entre los nahuas para enseñarles la sabiduría divina y para dar su mensaje de triunfo se desdobla en Xochipilli, quien en el pecho ostenta el símbolo de la gran deidad. Las garras felinas del fleco de su coraza son las mismas que las de los lados de la cara de Tonatiuh, destrozando corazones, símbolo del sacrificio de las emociones del iniciado, sin el cual no es posible llegar a Dios. Xochiquetzalli: Flor hermosa, alma gemela de Xochipilli, Diosa del amor, es el eterno principio femenino, expresado en la mujer, el pensamiento más bello del creador hecho carne. Vive en Tamoanchán, el lugar de las aguas universales de vida, lugar paradisiaco, alfombrado de flores, de ríos y de fuentes azules, donde crece el Xochitlicacan, árbol mágico, dice la sabiduría de los Nahuas que basta que los enamorados se cobijen bajo sus ramas y toquen sus flores para que sean eternamente felices. A esta Deidad, la representaban joven y hermosa, su Templo se encontraba dentro del Templo mayor de Tenochtitlán al cual asistían mujeres enfermas o embarazadas, después de tomar un baño lustral (lo cual se refiere a hacer consciencia de sus principales defectos) iban a confesarle sus pecados, a pedirle perdón y ayuda. En las fiestas a Xochipilli se ofrendaba con danzas y cantos acompañados de teponaztli (tambor vertical hecho de madera) y tambores, ovación de flores recién cortadas y panes con miel de abejas en los cuales se ponía una mariposa de obsidiana símbolo del alma del creyente. Los viernes, de 10 p.m. a 2 a.m., se puede invocar a Xochipilli. El hace girar a favor de quienes se lo piden y lo merecen la Rueda de la Retribución. Pero él cobra todo servicio (con buenas obras y una conducta recta), él no puede violar la Ley. En el interior del Templo del Sol, los Caballeros Ocelotl y los Caballeros Cuauhtli, ataviados con yelmos en forma de cabezas de tigre y águila, todos con penachos de plumas de quetzal en la nuca, símbolo de la lucha que en la tierra tenían que sostener contra el mal, llevando en una de sus manos un ramo de rosas y en la otra la macana forrada con piel de tigre y plumas de águila, símbolo de poder, en sus muñecas brazaletes y en sus pantorrillas canilleras. Celebraban otra ceremonia el primer jueves de luna nueva. En ella había danzas y cantos rituales, y uno de los Tlamatinime (espejo horadado en sí mismo, órgano de contemplación, visión concentrada del mundo de las cosas) cerraba la ceremonia con la siguiente oración: «Señor por quien vivimos, dueño del cerca y del lejos, con alegría te damos gracias por nuestro Señor Quetzalcóatl, quien con el sacrificio de su sangre y la penitencia hizo que entrara en nosotros tu vida. Haznos fuertes como él, haznos alegres como él, haznos justos como él”. PRÁCTICA: Después de la oración señalada, siéntese cómodamente y relaje su cuerpo, sienta los latidos de su corazón, lleve esos latidos al entrecejo, a punta de la nariz, a lóbulos de los oídos, palmas de las manos, plantas de los pies, siéntalos en todo su cuerpo, ponga su mente en silencio por unos minutos y aquiétese totalmente, no se identifique con ningún pensamiento, deseo, recuerdo, imagen, etc., déjelos pasar. Invocamos a Xochipilli: Padre mío, Señor mío, tu que eres mi Real Ser, mi Dios interno, te suplicamos con nuestra alma y nuestro corazón, nos invoques en estos momentos a este recinto al Dios Xochipilli, lo pedimos en nombre del Cristo. Mantram: ANTIA DAUNA SASTAZA. Xochipilli: te hemos invocado en el nombre del Cristo, por el poder del Cristo para pedirte con nuestra alma y nuestro corazón, que nos asistas impulsando dentro de nosotros y de los seres humanos, la expresión del arte con armonía, con belleza, con amor, también suplicamos tu misericordia divina. Que nuestras peticiones se cristalicen de acuerdo a la Ley divina y la voluntad del Padre y nunca a la nuestra. Agradecemos a Xochipilli su ayuda prestada Damos gracias a nuestro Padre Interior por habernos invocado al Dios Xochipilli. Que así sea, que así sea, que así sea. Instructora: María Guadalupe Licea Rivera. San Luis Potosí, S.L.P. COATLICUE La Bendita Diosa Muerte Del Antiguo Anáhuac. En el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México se encuentra un antiguo monolito representativo de la Diosa Coatlicue, reina de los infiernos aztecas, tercer desdoblamiento de nuestra madre divina interior: terror de amor y ley, con un extraordinario significado científico, artístico, místico y filosófico. En la parte superior de la escultura se aprecia una gran cabeza bicéfala de serpiente de cascabel misma que nos recuerda al águila, al león y al tigre bicípites; la doble cabeza de estos animales representan al andrógino divino, recordemos que la divinidad es andrógina, es decir, varón y varona a la vez. La doble cabeza de estos animales también nos recuerda a los dos mercurios de la alquimia, el masculino y el femenino, es decir, a la energía creadora tanto masculina como femenina. Dicho de otro modo y en lenguaje alquimista alegoriza a los dos elixires: el blanco y el rojo. Esta extraordinaria escultura mexicana nos viene a recordar a Ometecutli-Omecihuatl, el señor y la señora de la dualidad. La lengua bífida del rostro de Coatlicue representa al verbo de fuego, la palabra creadora, escrito está en el génesis hebraico que dios creó el universo por medio del verbo. En el pecho de Coatlicue resalta en alto relieve la figura de papalote o mariposa, que forman sus flácidos senos que cuelgan hacia abajo en actitud de dar vida y amor. La mariposa simboliza al alma humana transformada del nivel animal a ser celestial que abandonando la crisálida vuela a las alturas a integrarse con el Ser, éste proceso es llamado “nacimiento segundo” mencionado por Jesús el Cristo. Dicen los códices de Anáhuac que Quetzalcóatl el Cristo, se convirtió en Mariposa y ascendió así en esa forma al espacio, donde se transformó en el lucero vespertino de Venus. “Nuestra conciencia divina, totalmente integrada o emancipada dentro de las fuerzas oscuras de la Coyolxauhqui por la aniquilación de la misma, se hace una mariposa de lindos colores, la cual puede libar el néctar de las flores, sin temor alguno y remontar el vuelo a lo profundo del espacio para convertirse en estrella radiante como guardianes del cosmos…” esto es tomado de una poesía nahuatl. Esta última frase poética nos habla de que el alma libre de las mortificantes cadenas del ego es capaz de trascender a los 13 cielos nahuas y gozar de los dorados frutos del árbol de la vida. En el pecho de Coatlicue podemos apreciar un collar de cuero, adornado de dos corazones, en medio de cuatro manos que se abren hacia fuera en actitud de dar amor. Los dos corazones, uno de Omecihuatl (la señora del amor), el otro de Ometecutli (el señor de la ley), con claridad meridiana alegorizan en su propio contenido, las fuerzas de la misericordia y de la justicia respectivamente. Antiguas tradiciones milenarias afirman que las ánforas en forma de corazones contienen la sangre de Quetzalcóatl, misma que representa a la simiente humana sabiamente transmutada o sangre del cristo y depositada en el templo corazón del iniciado. Los corazones purificados por el amor del hombre y la mujer durante la transmutación sexual, son el símbolo maravilloso del refinamiento del cuerpo y el alma. Las cuatro manos abiertas hacia fuera, dos a la derecha y dos a la izquierda, son las de la pareja divina, que después de sublimar sus energías sexuales, hacia su propio corazón pueden dar amor por los cuatro rumbos del Universo. A la altura del ombligo de este extraordinario monolito, resalta un cráneo humano, símbolo de la muerte del ego animal que todos cargamos en el fondo de nuestra psiquis; si nos ponemos a reflexionar profundamente en Coatlicue y en el Tzompantli “Muro de las Calaveras”, o en las calaveras talladas en piedra encontradas en un nicho oculto dentro de la gran pirámide de Cholula, es claro que nuestros antepasados mexicanos rindieron culto a la muerte, pero este culto iba más allá de la muerte del cuerpo físico, el culto era para honrar a aquellos grandes maestros e iniciados que habían muerto en sí mismos, tal es el extraordinario simbolismo que venimos a encontrar en la Coyolxauhqui desmembrada, tallada en alto relieve en una gran roca redonda en el centro histórico de la ciudad de México. Continuando con la explicación de la escultura de Coatlicue, sus brazos están pegados contra el cuerpo con los antebrazos flexionados debajo de sus manos, que terminan en manos convertidas en cabezas de preciosas serpientes, de fauces abiertas e incisivos superiores como garras. Estas dos serpientes nos recuerdan a los ofidios guardianes de los templos de Luxor en Egipto, las serpientes guardianas del templo de la Sierra Nevada de Santa Martha Colombia hoy metido dentro de la cuarta dimensión de la naturaleza, a las sierpes guardianas del templo de Chichen-Itzá de Yucatán, etc. En los hombros y codos de la escultura de Coatlicue podemos apreciar garras de tigre y ojos de águila, esto nos remite al saludo de la garra que realizaban los caballeros tigres y águilas al penetrar a los templos sagrados de las 7 órdenes de Anáhuac y tal como se ven en el sagrado corazón de Jesús. El saludo de la garra representa al fuego ardiendo en lo más íntimo de nuestra alma y de nuestro Ser, que nos ilumina y que nos despierta de la oscuridad a la luz. Tiene legítima concordancia con el saludo de la imagen cristiana del Sagrado Corazón que levanta su mano derecha cual garra de fuego, y con el dedo índice de su mano izquierda señala al corazón diciendo: “A mí se llega por el corazón”. Por otra parte, si ponemos atención en la falda de la escultura de Coatlicue veremos que está formada por serpientes portadoras del fuego sagrado, viva representación de la creación de los cuerpos solares simbolizados por el traje de bodas del alma que todo iniciado debe portar al entrar a la casa del Señor, estos cuerpos existenciales superiores del ser nos permiten viajar por los distintos cielos de Anáhuac. Las piernas adornadas con caracteres de fuego, cascabeles y otros adornos y terminadas en garras de águila, está indicando que se sitúan sobre el fuego “las patas de los tronos de los Dioses están hechas con garras de animales para señalar el fuego sagrado “. En los dorsos de los pies de Coatlicue, vemos dos ojos en cada uno, mirando hacia lo alto, hacia el cielo, hacia arriba, en actitud suplicante. Es que nuestra esencia anímica, nuestra propia alma atrapada en la materia del cuerpo y de la mente lunar que la envuelven tiene que suplicar con supremo arrepentimiento a nuestra bendita Diosa Madre Muerte Coatlicue el perdón. Nuestra alma es perdonada cuando ya no es capaz de delinquir, esto último solo es posible con la muerte total de nuestros agregados psíquicos. En medio de las piernas sobresale un “falo masculino” cuyo glande o cabeza asume la figura de la serpiente cascabel indicando la potencia sexual del iniciado. LOS CINCO DESDOBLAMIENTOS DE LA MADRE DIVINA. La Madre Divina Kundalini dentro de nosotros tiene cinco aspectos fundamentales y son los siguientes: 1.- La Madre Inmanifestada, invisible e inefable. Ella es Kundalini Inmanifestada, es Isis a la que ningún mortal ha levantado el velo. Es la Prakriti de los indostaníes, la sustancia primordial de la naturaleza, ella es la Madre Espacio, es la Madre Cósmica, es el Eterno Principio Femenino Inmanifestado. 2.- La Madre Manifestada Isis, Tonantzin, Estela Maris, María, Maya, Ram IO, etc. Nuestra Madre Divina en su segundo aspecto nos asiste en todos los procesos de la muerte del ego a través de la comprensión del mismo durante la meditación y nos acompaña en el momento de desencarnar; sin ella estaríamos completamente solos en estos procesos tan importantes 3.- La Reina de los Infiernos, Terror, Amor y Ley, representada por Coatlicue en las tradiciones nahuas, Proserpina entre los griegos y Hekate conocida por los egipcios. Nuestra Madre Divina en su tercer aspecto es terror para el ego que embotella nuestra alma conciencia, ya que ella se encarga de eliminarnos el yo animal que interiormente cargamos, con gran dolor en las regiones infra dimensionales de la naturaleza, ella se transforma en la víbora infernal que nos devora el ego paulatinamente, nuestra Madre Divina es amor y ley para nuestra alma conciencia. 4.- Nuestra Divina Madre Natura Particular es la autora de nuestros días, la verdadera artífice de nuestro cuerpo físico… fue ella la que en el laboratorio humano juntó el óvulo con el zoospermo para que surgiera la vida. Ella la creadora de la célula germinal con sus 48 cromosomas. Por otra parte, nuestra madre Divina en su cuarto aspecto nos ayuda a cargar con todo y cuerpo de carne y hueso dentro de la cuarta dimensión de la naturaleza. 5.- La Maga elemental, instintiva la que nos dio los instintos tales como el instinto sexual, el de conservación, el instinto paterno, materno, etc., es la reina de los elementos, como maga elemental, es maravillosa. La naturaleza tiene 7 elementos poblados de elementales. Existen los elementales del reino mineral, vegetal y animal. En todo elemental existe una chispa divina, el ÍNTIMO. Como podemos observar, los tres primeros aspectos de nuestra Madre Divina se asocian con los procesos funerales de la muerte y los mundos infiernos de la naturaleza; escrito está que el infierno es la matriz del cielo, es claro que nuestra Madre Divina trabaja intensamente en los infiernos atómicos de nuestra naturaleza íntima para salvar nuestra alma conciencia. En su segunda manifestación nos desintegra el ego por medio del fuego sagrado, previamente comprendido. En su tercer desdoblamiento, se manifiesta como la reina de los infiernos. Este tercer aspecto tiene la facultad de devorar el ego por las malas en los infiernos de la naturaleza. Nuestra madre divina en su tercer aspecto, está también íntimamente ligada con la parte mineral de nuestro mundo físico en la cual operan los elementales tales como gnomos y pigmeos, pertenecientes al elemento tierra, vistos clarividentemente son como enanos con cara de viejos, también se les llama duendes, mismos que sabiamente llevan a cabo todo tipo de transmutaciones alquímicas y minerales, fabricando metales preciosos como plata, cobre, oro, etc. y todo tipo de piedras preciosas en las entrañas de nuestro planeta. Los tesoros están custodiados por esta clase de seres elementales y solo se entregan a los hombres o mujeres a quienes la ley divina decide. Existen trillonadas de seres elementales de la tierra y son sabiamente dirigidos y gobernados por grandes genios o Devas de la naturaleza, siendo todo esto una extensión del tercer aspecto de nuestra madre divina. Instructor. Virgilio Cuautle Roldán. Nochistlán, Zac. EL CHAC MOOL La enseñanza entregada en la figura que en la actualidad han llamado como el Gran Jaguar Rojo o Chac Mool se extendió en un gran número de culturas, inclusive estuvo presente en toda la cultura maya, y se puso de manifiesto en la gloriosa Chichén Itzá. “Fue tallado por los místicos aztecas, mayas, tarascos, etc., para perpetuar la sabiduría que ellos recibieron como herencia secreta de sus antepasados”. Samael Aun Weor. Es maravilloso el poder encontrar reunido en un solo símbolo las más sabias enseñanzas de los antiguos sabios, que aplicadas en nuestra vida, nos podrán llevar a transitar por la senda que ha de conducirlos a lo divinal. Chichén Itzá. Es en el templo de los Guerreros, en la majestuosa Chichén Itzá, donde podemos apreciar este Chac Mool, entre las dos columnas Jakin y Boaz símbolo del varón y mujer, realizadas con dos serpientes en la insólita posición de cabeza, indicándonos que para subir primero debemos bajar y ahí en medio está con el semblante sereno mostrándonos que es la comprensión creadora que debemos cultivar en la relación del matrimonio para entrar a los más grandes misterios, dádiva solo entregada a los guerreros que combaten contra sus propias pasiones. Tula Hidalgo. En Tula Hidalgo México, símbolo de las tierras de las mil y una noches, donde nuestro Señor Quetzalcóatl difundiera sus enseñanzas sagradas, encontramos este precioso Chac Mool, un ser humano semi acostado, con los pies en la actitud que los místicos aztecas, egipcios y aún más, el mismísimo maestro Jesús utilizara para desdoblarse conscientemente en cuerpo astral. Una mariposa en su pecho idéntica a los monolitos denominados Atlantes de Tula, nos indica la necesidad de encarnar al alma humana a través de la muerte del yo psicológico, es precisamente la región que en cábala se llama Tiphereth, y la mariposa que fue en su momento un gusano, es el símbolo del alma que podemos encarnar si nos liberamos de las cadenas del dolor. Sus brazaletes nos indican que el trabajo que se realiza por auto realizarse es litúrgico, es decir, que debe ir acompañado de la más alta espiritualidad, el mismo acto amoroso debe ir unido a lo divinal. Su mitra nos invita a encarnar el conocimiento propio, a no depender de ideas ajenas, a que hagamos carne y sangre cada enseñanza gnóstica recibida. El recipiente en la región del plexo solar es una tremenda realidad, es ahí donde tenemos un depósito de energía solar que podemos y debemos llevar a cada uno de los chakras o centros magnéticos para ponerlos en actividad. En la actitud del primer impulso para levantarse mirando al horizonte, nos muestra que debemos levantarnos del lodo de la tierra y encaminarnos a la luz del Padre interno. Se han logrado encontrar varios ejemplares decapitados, para indicarnos con claridad la necesidad de morir en sí mismos, de lograr la desintegración de nuestros miles de defectos psicológicos y es por ello que aparecen de esta forma para mostrarnos el camino a seguir. La Gran Tenochtitlán. En el Templo Mayor, en la Gran Tenochtitlán, centro actual de la ciudad de México, podemos apreciar un Chac Mool frente al adoratorio de Tláloc (el Dios de las Aguas). Es inquietante la relación que nuestros maestros del pasado colocaron entre Tláloc y Chac Mool, queriéndonos decir que el trabajo con las aguas puras de la vida (o energía sexual), debe ser vigilado con suma atención y de acuerdo a la Ley divina. Los colores Azul y Rojo son los colores de la Alquimia, El magnetismo masculino y el magnetismo femenino manejados con arte y belleza dentro del hogar, es así como podremos entrar en el adoratorio del Dios Tláloc, es decir, podremos entrar en el ámbito de la transformación de las aguas internas. Museo de Antropología Sin duda alguna, la sabiduría plasmada en roca por nuestros antepasados es solo accesible por el corazón tranquilo y a pesar de que no tiene límites, ni orillas jamás, podríamos destacar 2 elementos muy importantes: 1.- Las salidas astrales conscientes simbolizadas por la posición de sus pies, esotéricamente representado por el mantram FARAON, posición en la cual colocando nuestra cabeza hacia el norte, podemos y debemos recuperar esa preciosa facultad para investigar en ese mundo paralelo de la quinta dimensión los grandes misterios de la vida y de la muerte. 2.- El Depósito de Energía Solar, simbolizado por el recipiente situado en el complejo nervioso denominado “Plexo Solar” lugar donde está situado el Chakra (centro magnético) umbilical llamado en el mundo oriental como Manipura. Es posible llevar tal fuerza extraordinaria a los distintos chakras para activarlos. A través del mantram Suira extraemos la energía del plexo solar y la llevamos al entrecejo para el despertar de la clarividencia, el mantram Suera a la laringe creadora, Suora al corazón, Suura al chacra del plexo solar y Suara a los chacras pulmonares para el recuerdo de vidas pasadas. Práctica Llevemos esa energía depositada en el plexo solar a cada uno de nuestros centros magnéticos o chakras para invitarlos a despertar. Cerramos nuestros ojos. Relajamos nuestro cuerpo. Pedimos ayuda a nuestra madrecita Tonantzin y nuestro padre Huehueteotl que nos inspiren y ayuden en esta práctica. Imaginación y voluntad unidas al llevar la energía de ese gran depósito de energía solar, representada por el Chac Mool y la dirigimos al entrecejo para activar el chacra frontal (o Ajna) con el mantram Suira, (SSSSUUUUUUUUUIIIIIIII RRRRRRRRRAAAAAAAAA) Ahora nuestra imaginación se concentra en la laringe creadora y cantando el mantram Suera activamos el chacra Vishuda o laríngeo con esa energía solar. (SSSSUUUUUUUUEEEE RRRRRRRRRAAAAAAAAA). Vamos ahora a concentrarnos en el chakra del corazón o de la intuición llamado Anahata, llevando esa luz a través del mantram: (SSSSUUUUUUUUOOOO RRRRRRRRRAAAAAAAAA). Con tal energía maravillosa ponemos en actividad el mismo chakra Manipura o telepático (SSSSUUUUUUUU-UUUU RRRRRRRRRAAAAAAAAA) Ahora para ese recuerdo de las pasadas existencias, en cada pulmón tenemos un chakra y lo activamos entonando con emoción positiva el mantram: (SSSSUUUUUUUUAAAAA RRRRRRRRRAAAAAAAAA) Agradecemos a Teteoninán (la madre de los dioses) por esta práctica. El Maestro Chac Mool: “El Chac Mool de México Azteca es maravilloso. Realmente el Chac Mool existió; fue un adepto encarnado, uno de los grandes iniciados de la poderosa civilización serpentina del antiguo México y de la Gran Tenochtitlán.” (SAW). “El Chac Mool fue venerado por el México serpentino. Dos castas guerreras lo adoraban. El Chac Mool era llevado en grandes procesiones y entraba en los templos aztecas adorado por las multitudes. A él también se le hacían rogativas pidiéndole lluvias para la tierra. Este gran Maestro ayuda a los que le invocan. Podrían hacerse amuletos con la figura del Chac Mool para cargarlos al cuello en forma de medallón, o pequeñas esculturas del Chac Mool”. (SAW). Finalizaremos esta exposición, colocando las manos en el pecho y con gran fervor y entusiasmo místico repetimos: Venerable Maestro Chac Mool, te llamamos con nuestra alma y corazón y desde lo más profundo de nuestro ser te pedimos nos des fortaleza espiritual para ser un auténtico guerrero en la lucha contra mis propios defectos. Así Sea. Instructora Cursos internet. María Guadalupe Rodríguez Licea. HUEHUETEOTL El absoluto tiene tres aspectos: El AIN. El espacio abstracto es la causa causorum de todo lo que es, ha sido y será. El AIN SOPH. La Cábala llama a esta primera emanación espiritual el Inefable Anciano de los Días. El AIN SOPH AUR. Cada universo del espacio infinito posee su propio Sol central y la suma de tales soles espirituales constituye el Ain Soph Aur. Del Ain Soph emana toda la creación, pero la creación no es igual ni en esencia ni en potencia a Ain Soph. El Ain Soph por medio de su luz increada, irradia de sí mismo a una inteligencia, a un poder que, si originalmente participa de la perfección e infinitud de su credo, por derivarse de él tiene un aspecto finito. A esta primera emanación del Ain Soph: EL INEFABLE ANCIANO DE LOS DIAS, es el Ser de nuestro Ser, el padre-madre en nosotros. Los Nahuas le llamaban Huehueteotl, el padre de los dioses y de los hombres, el Dios Viejo, la primera y la última síntesis de nuestro Ser. En el fondo de la conciencia de todo hombre y de toda mujer vive el ANCIANO DE LOS DIAS, nuestro Huehueteotl interior. El ANCIANO DE LOS DIAS, es la bondad de las bondades, la misericordia infinita, lo oculto de lo oculto. El Ain Soph, no pudiendo expresarse en el ilimitado plano físico, se expresa por medio de sus Diez Sefirotes. Kether, el anciano de los días. Chokmah, el cristo cósmico. Binah, el espíritu santo. Chesed, el Íntimo, nuestro padre que está en secreto. Geburah, el alma divina. Tiphereth, el alma humana. Netzach, el cuerpo mental. Hod, el cuerpo astral. Jesod, el cuerpo vital. Malkuth, el cuerpo físico. Más allá del ÍNTIMO está el CRISTO, más allá del Cristo, está el INEFABLE ANCIANO DE LOS DIAS, más allá del INEFABLE ANCIANO DE LOS DIAS, está el AIN SOPH o el Absoluto. El Absoluto es el Ser de todos los Seres, él es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será. Él se expresa como movimiento y reposo abstracto absoluto. Él es la causa del espíritu y de la materia, pero no es lo uno ni lo otro. Está más allá del pensamiento y del acto, está más allá del sonido, del silencio y de los sentidos. El absoluto está más allá del tiempo, del número, de la medida, del peso, de la cualidad, de la forma, del fuego, de la luz. Como ya mencionamos anteriormente, la primera emanación del Absoluto es el ANCIANO DE LOS DIAS. Entre los antiguos aztecas es llamado Huehueteotl, Dios viejo del fuego, se le representa como un anciano cargado de años, que soporta sobre su cabeza milenaria un enorme brasero. No es solamente un ídolo como la mayoría lo concibe, es la representación de lo único que perdura, esa energía que a todo da vida; es el fuego interior, sagrado y cósmico. Huehueteotl se encuentra como un verdadero Maestro en las dimensiones superiores de la naturaleza y se relaciona con el aspecto sexual del Ser humano. Es un Dios tan antiguo, que es muy similar a AGNI, el deiduso védico del fuego. Huehueteotl nos enseña a dominar nuestros fuegos internos, símbolo de nuestras pasiones sexuales animales; además de los estados iracundos que destruyen la capacidad de amar en el ser humano; nos motiva a cultivar la paciencia y a utilizar nuestras energías creadoras con inteligencia y prudencia. La gnosis nos enseña que poseemos cinco centros de energía a través de los cuales se manifiestan nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, instintos, sexo, etc. Si queremos empezar un cambio, en qué orden debemos trabajar, ¿en cuál centro? Es claro y manifiesto que debemos empezar nuestro trabajo interno con los centros intelectual y emocional. Necesitamos cambiar nuestras formas equivocadas de pensar, la raíz del problema humano es de tipo psicológico, originado por esas maneras equivocadas de pensar, sentir y actuar. La mente está inconsciente por el yo, y éste obedece a la programación que le hemos dado, si no cambiamos nuestras formas equivocadas de pensar, es claro que estas sagradas enseñanzas terminarán por confundirnos. Tenemos que trabajar también con el centro emocional, pues sabemos que las emociones negativas no nos van a permitir un cambio de fondo. Estas emociones negativas son altamente perjudiciales tanto física como psíquicamente y nos tornan mentirosos, en el sentido de que lanzamos juicios falsos y después nos arrepentimos, si no cambiamos nuestra forma de pensar, si continuamos con los mismos hábitos mecánicos; seguiremos siendo víctimas de emociones negativas. Hay personas que tenemos 20 o 30 años en la gnosis y no hemos logrado nada, porque queremos comprender con la mente, lo que solo se puede percibir con el corazón. Parecen muy ilustrados, pero son las mismas personas de antes, aunque hablen muy bien del amor y hablen de la doctrina en forma extraordinaria, pero no trabajan sobre sí mismos. Esas personas terminan por confundirse, involucrando a los demás, metiendo entropía a los grupos a los que pertenecen. Obviamente se están engañando miserablemente. ¿Y cómo cambiamos nuestras formas equivocadas de pensar y sentir?, solamente existe un método: auto observándonos de momento en momento y de instante en instante, haciéndonos conscientes de cada pensamiento y sentimiento, identificando cuáles defectos los están generando, comprenderlos y pidiéndole a nuestra Adorable Madre Kundalini su eliminación. De esta manera iremos cambiando poco a poco nuestra manera equivocada de pensar y sentir. Huehueteotl, el Anciano de los Días, también es nuestro Glorian, que es la ley dentro de nosotros. Cuando el hombre obedece la ley, entonces hay paz, armonía y salud. Los cuerpos físicos y vital deben obedecer al Alma, el Alma debe obedecer al Íntimo, el Íntimo debe obedecer al Glorian. Si alguien nos lanza una palabra ofensiva, sentimos ira. Esa Ira es la reacción contra la palabra ofensiva, y la consecuencia puede ser una indigestión, o un dolor de cabeza, o simplemente la pérdida de energía, causa de alguna enfermedad futura. Una fuerte preocupación mental trae como consecuencia enfermedades de la cabeza. Debemos gobernar las emociones con el pensamiento, el pensamiento con la voluntad y la voluntad con la conciencia. Hacer la voluntad del padre, el Anciano de los Días, es muy difícil, porque nuestra conciencia duerme profundamente. Solamente con mucha voluntad siguiendo los diez mandamientos, sintetizados en el recto pensar, recto sentir y recto actuar, podemos hacer la voluntad de nuestro padre que está en secreto. Porque estamos dormidos, aunque creemos firmemente que estamos despiertos y hasta nos ofendemos cuando alguien nos dice lo contrario. Los cuatro evangelios insisten en la necesidad de despertar, si nosotros estuviéramos despiertos podríamos, ver, oír y palpar las grandes realidades de los mundos superiores, si nosotros estuviéramos despiertos, la vida para nosotros sería totalmente diferente, no seríamos víctimas de las circunstancias, podríamos manejarlas a voluntad, más nosotros en verdad no estamos despiertos, nosotros estamos profundamente dormidos, ignoramos que ignoramos. Huehueteotl, como individuo sagrado, es un Rey angélico, alguien que se auto realizó íntimamente, bajo cuya rectoría trabajan trillonadas de salamandras (criaturas del fuego), estos Maestros relacionados con los elementos radican en el mundo causal. Las salamandras del fuego se encuentran hacia el sur, para poder dirigirnos a ellas es necesario a través de la meditación y oración, pedirle a Huehueteotl autorización y esto se hará de acuerdo con la ley, nunca nuestra voluntad. Los Dioses elementales de la naturaleza, en el caso de Huehueteotl asisten a las personas a condición de una conducta recta. Solamente eliminando el ego animal, se pueden dominar y realizar prodigios con los elementales de la naturaleza. Como elemento natural es el fuego que anima a la naturaleza, la energía que todo lo sustenta, entre los cristianos primitivos es INRI, en la India PRANA, energía vital o crística, en el caso del Budismo Zen. Este fuego se encuentra en toda la naturaleza, es también el fuego sagrado que radica en el cosmos, es por eso que se menciona que Huehueteotl fue el último en llegar a la asamblea de los Dioses, ya que este fuego sagrado nunca desaparece, se encuentra latente en todo lo que nos rodea, siendo la misma vida; existimos por el advenimiento del fuego, dejamos de existir cuando el fuego abandona la forma. Práctica: A continuación vamos a realizar la siguiente práctica con el mantram PANDER. Cada vez que en nuestro corazón existan dudas acerca del camino que estamos recorriendo, de algún problema, de la comprensión de algún defecto psicológico, dudas de cómo empezar nuestro trabajo interior, con este mantram nos ponemos en comunicación con nuestro PADRE QUE ESTÁ EN SECRETO. Busquemos la soledad de alguna habitación o una sala donde se lleven a cabo las prácticas gnósticas. En estos momentos vamos a realizar esta práctica en este lugar: Columna recta. Cerramos nuestros ojos Empezaremos vocalizando el Mantram: PANDER. Unos cinco minutos. Paaaaaaaannnnnnn Deeeeeeeerrrrrrrrr Entramos en profunda meditación. Puede ser que la respuesta venga inmediatamente o en algún sueño. INSTRUCTOR: Rigoberto Loza González. Pénjamo, Gto. EL TIGRE SAGRADO. Estimados amigos, dice Don Mariano José de Larra, ilustre escritor español: “Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas”… Inicio con esta frase, porque hoy vamos a hablar de un tema que requiere que seamos reflexivos, analíticos; en realidad de verdad, los seres humanos durante muchísimos años la hemos pasado reaccionando ante todo aquello que se sale de nuestros propios conceptos, creencias y opiniones que tenemos sobre tal o cual cosa, con esa manera de ser, reaccionaria antes que analítica, nos hemos privado de comprender la enseñanza trascendental que se encuentra en todos los LIBROS SAGRADOS tras un gran simbolismo. El tigre o jaguar representa algo maravilloso, si comprendemos su enseñanza y la llevamos a la práctica, nos ayuda enormemente para nuestra propia transformación. El jaguar maya o tigre americano, es, indudablemente, el mismo XOLOTL o Lucifer nahua; en toda Meso América representa lo mismo. Traducido a la época actual del cristianismo, es el mismo Lucifer (luz y fe), hemos de saber que luz y fe es, la reflexión, la sombra de nuestra conciencia dentro de nosotros, aquí y ahora. La conciencia, eso más digno que tenemos los seres humanos dentro de nosotros mismos y que bien podrimos llamarle Dios dentro de nosotros, se desdobla a sí mismo, y ese desdoblamiento es, precisamente, el XOLOTL nahua, el Lucifer cristiano, el jaguar maya. Este Xólotl-Lucifer es quien pone a prueba a los iniciados y hay que vencerlo para ganar grados esotéricos, además siendo una parte de nuestro Ser, se encuentra dentro de cada quien, en el fondo de la consciencia y de acuerdo al grado de purificación en la eliminación de los agregados psicológicos, así lo verá. Entre más errores, defectos y vicios tengamos, más horrible y espantoso será. Entre más limpios y puros estemos, más radiante será. Con la muerte de nuestros egos, el Lucifer nahua, el jaguar maya, “El Divino Daimon” de Sócrates, reconquista el estado virginal. Hoy por hoy, nuestra naturaleza interior es, ciertamente, impura, material, grosera, motivo por el cual recibe el nombre de Diablo. Se hace necesario comprender que cada uno de nosotros tiene su Lucifer particular, individual. El tigre humanizado se convierte en una realidad concreta en Meso-América y México. Así también lo encontramos en Teotihuacán, levantando los brazos en un gesto litúrgico o con esa marcha felina que lo caracteriza. Así pues, recalco, subrayó, el Lucifer es la reflexión, la sombra de Dios dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Si un árbol tiene sombra, ¿Por qué ha de extrañarnos que el Dios tenga su propia sombra?... Lucifer, el jaguar, el tigre, es el que nos da la auto-independencia, los poderes que divinizan. Él es el que nos pone las pruebas, sin las cuales es imposible que surja en nosotros una verdadera transformación. De manera que Lucifer sirve de escalera para bajar y escalera para subir, cuando uno con la fuerza de la voluntad lo vence, cuando vence la tentación, asciende un grado más por la espalda de Lucifer. Así se va ascendiendo hasta llegar un día a ser puro y limpio, en pensamiento, palabra y obra, como esos grandes Maestros que ha tenido la humanidad: Jesús, Buda, Krisna, Quetzalcóatl, etc., etc. "La tentación es fuego. El triunfo sobre la tentación es Luz." Eliminar los elementos indeseables que cargamos dentro es urgente, inaplazable, impostergable. En modo alguno sería posible extirpar nuestros agregados psíquicos, esos íntimos defectos que en su conjunto constituyen al Yo, sin el auxilio de esa partícula divina o mónada interior recordada por el hacha, signo del rayo que el Hombre-Tigre asume con entera claridad. El Tigre Sagrado, con su fuerza elemental, tiene el poder de colocar el cuerpo humano en estado de Jinas, ese poder de penetrar en la cuarta dimensión o mundo paralelo que cita Alberto Einstein. El ejemplo más evidente que conservamos de la existencia de la cuarta coordenada, lo tenemos en esas desapariciones misteriosas de personas, barcos y aviones en el famoso Triangulo de las Bermudas, que viene a ser una especie de puerta de entrada a la cuarta Dimensión. Con el fin de hacer investigaciones en la 4ta. Vertical los caballeros tigres del México Azteca ponían su cuerpo físico en estado de Jinas con ayuda de la fuerza elemental del Tigre. En suprema meditación de fondo y concentración mental asumían, deliberadamente, mediante la imaginación creadora, la figura felina del jaguar. Algunos Códices Mexicanos colorean a los caballeros tigres dirigiéndose al templo en figura de tigre. Se asegura que cuando llegaban al templo tomaban nuevamente figura humana. En el México antiguo, el templo de los tigres era muy sagrado. El estudiante del Calmecac se acostaba sobre una piel de tigre. Luego se adormecía invocando a los Devas o dioses que reinan sobre los tigres suplicándoles los ayuden con la fuerza del tigre. Los místicos aztecas de la orden sagrada de los tigres, se identificaban con el tigre, se adormecían, y luego conservando el sueño como oro puro, se levantaban de su lecho andando en cuatro patas como el tigre. Entonces decían llenos de fe: “nosotros nos pertenecemos”, luego proferían la siguiente oración: "Que soles de entusiasmo os alumbren el camino". "Que la paloma (Xhcoc) cante a vuestro paso". "Que las fuerzas del tigre os acompañen". "Que los cocuyos de sabiduría Iluminen vuestro intelecto". "Que el pino rumoroso, dé sombra a vuestros descansos". "Que las ranas de esmeralda señalen los senderos, croando sin descanso". "Que ella, la naturaleza, sea pródiga con vosotros" "Que la fuerza universal nos bendiga y dirija". Así con el cuerpo en Jinas y con figura de tigre llegaban los caballeros tigres al templo. Allí tomaban nuevamente su figura humana. Ahora nos explicamos por qué los yoguis del Indostán se sientan a meditar sentados sobre una piel de tigre. Cuentan los aztecas que la primera raza humana fue devorada por los tigres. (Símbolo felino de la sabiduría). Jesús decía: “En paciencia poseeréis vuestra alma”, ese conjunto de poderes, virtudes, dones, facultades, leyes que deberíamos tener. Es bueno aclarar que esto de encarnar el alma, significa en el fondo ser asimilados, devorados por el tigre de sabiduría. Necesitamos que el tigre de sabiduría nos devore. Este tigre es el Intimo, nuestro Real Ser. En Yucatán existía el templo de los tigres. Quetzalcóatl, con sus garras de tigre, atrapa al corazón humano. “Los corazones entre garras felinas simbolizan la "muerte del iniciado". Transformado en tigre, Quetzalcóatl sube, desgarrando el corazón de quien lo despierta, hasta matar en él, todas las ilusiones de la personalidad, a todo apego por las cosas que lo atan a la Tierra.” “Realmente, son necesarias la sagacidad y la fiereza del tigre para matar a la personalidad humana y hacer que resplandezca en el hombre el Dragón de Sabiduría de siete serpientes, símbolo del decapitado.” En todos los Templos de Misterios de América no falta el culto al tigre. La orden de los caballeros tigres fue muy sagrada en el México azteca. Cuando una humana persona no fabrica alma, es lógico que se pierda, rueda al abismo. Nosotros debemos asimilar la sabiduría del tigre para que logremos una verdadera transformación interior para después, proyectarla al exterior. Dice el Maestro Samael Aun Weor: “La mejor forma de ayudar a los demás es cambiando uno mismo”. PRÁCTICA JINAS (XVII Congreso). El discípulo que quiera viajar en cuerpo físico por el plano astral, debe encantar su cuerpo. Adormézcase el discípulo, pronunciando el Mantram: MIÑA PICA FRASCO. Y luego saldrá de su cuarto, y se dirigirá en carne y hueso a Machu Pichu o a las pirámides de Egipto, etc., etc., para realizar las investigaciones que anhele. Éste es una especie de sonambulismo voluntario, una modificación del sonambulismo, lo que se necesita es mucha fe y tenacidad hasta lograr el éxito. INSTRUCTOR J. Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags. Loreto, Zac. EHECATL. Uno de los dioses principales del panteón azteca es sin duda Ehécatl, Dios del aire, del viento, de la noche. Deidad invisible e impalpable, es uno de los Reyes angélicos del Mundo espiritual de la Naturaleza y es indudable que bajo su dirección trabajan en nuestro planeta Tierra trillonadas de silfos aéreos. Estas criaturas del aire parecen niños pequeños muy hermosos con rostros sonrosados como la aurora. Ehécatl es un Ángel precioso, espíritu del elemento aire y como tal, regula todas las actividades relacionadas con el movimiento cósmico. Así, el aliento que emana de su boca, es equivalente a la vida, al soplo vital. Ehécatl es el hálito divino, el principio vital, el poder del verbo creador , indicándonos el deber y cuidado que debemos tener al hacer uso del verbo. Es un Deva de la naturaleza, un Malachin del mundo causal. Los aztecas lo invocaban encendiendo tres velas de cera virgen en el altar del templo. Ehécatl enseña a salir en cuerpo astral, ayuda los pequeños y grandes viajes, en el trabajo interior desarrollando atención en nuestros pensamientos, etc., si le suplicamos él nos retira una vieja enfermedad , un mal vecino, pero Ehécatl exige pago por sus dádivas. El que le demanda algo tiene que hacer desinteresadas y buenas obras entre los hombres, sin distinción de raza. Cuentan las tradiciones nahuas que cuando NANAHUATZIN Y TECUCIZTECATL se arrojaron al fuego para convertirse en el Sol y la Luna respectivamente, quedaron inmóviles hasta que Ehécatl sopló con fuerza sobre ellos y así fue que el Sol y la Luna tuvieron movimiento. Los Dioses de la antigua Gran Tenochtitlán no fueron jamás ídolos. Los aztecas rindieron culto a los ángeles. Los Dioses de Anáhuac son los mismos ángeles del cristianismo, los Elohim de los hebreos, los Prajapatis del Indostán. ICONOGRAFA. Los nahuas lo representaban con máscara de muerte y cráneo enormemente grande o desnudo, con boca de labios alargados de la cual sale el viento. Su representación antropomorfa está caracterizada por una máscara bucal roja y en forma de pico de ave que lleva en su rostro y que utilizaba para limpiar el camino anticipando la llegada de Tláloc, Dios de la lluvia, lleva casi siempre un sombrero de forma cónica en el que a veces un ojo sobre el fondo negro simula el cielo estrellado. Entre sus adornos destacan las conchas (collar y orejeras ) y los caracoles cuya espiral alude al movimiento del viento; en su pecho lleva el pectoral de Quetzalcóatl, un caracol que partido a la mitad deja ver la espiral a través de la cual fluye el resonar de la voz divina. Existen diversas representaciones de Ehécatl en las que se ve acompañado de otros Dioses; tal es el caso de Tezcatlipoca, que comparte con él la misión de construir el cosmos, o Xólotl su hermano gemelo, dios de la vegetación que en los ritos cosmogónicos viaja con Ehécatl al inframundo y lo ayuda a rescatar los huesos de la antigua humanidad. También se le ve adosado a Mictlantecuhtli, Dios de la muerte y el inframundo. Esto nos muestra sus variadas actividades y lo confirman como uno de los dioses primordiales aztecas. Sin embargo Ehécatl , como otras deidades, Tlaloc, Xiuhtecuhtli, Xochipilli, etc., no suman dioses sino leyes, fuerzas, atributos, efluvios, pensamientos de Dios pero ninguno de ellos es el Verdadero Dios (Ipalnemouani, aquel por quien vivimos, (Deidad invisible). Los templos dedicados a Ehécatl normalmente tenían forma circular para oponer menor resistencia al viento y ayudar a la circulación de éste. A veces se le asociaba a los cuatro puntos cardinales pues el viento viene y va en todas direcciones. Cuando el viento soplaba desde el Oriente, donde está el Tlalocan, lo llamaban TLALOCAYOTL. Es un viento tranquilo que emitía su voz tranquila entre los árboles. Cuando soplaba desde el norte donde está el Mictlán, el Infierno, lo llamaban MICTLAN-PAEHECATL, era un viento que traía los lamentos de las almas que penaban en el inframundo; volteaba las canoas que navegaban y acarreaba enfermedades. CIHUATLAMPA-EHECATL.- Era el viento que venía del poniente, donde habitaban las mujeres que morían de parto. Era muy frío, pero esclarecía el cielo y ayudaba a las canoas a navegar. El viento del sur le llamaban HUIZTLAMPA-EHECATL.-“El que viene de un lugar invadido de espinas”. Era el viento que soplaba con mayor fuerza y emitía el ruido de las calaveras , porque traía consigo la muerte. Arrancaba los árboles, derribaba las casas, y levantaba grandes olas de agua. El viento. Por ser invisible, requiere de una representación metafórica. Algunos dicen que los EHECATL-TOTONTLI, son los “vientecillos”, pero más bien son las múltiples partículas de energía que constituyen el aire , mismas que le dan movimiento, se producen por millares y forman culebras de aire, ráfagas, vendavales, borrascas, golpes de viento, trombas, según cuántos sean y con qué intensidad actúen. Se les rinde culto mediante pequeñas estatuillas con cara de niños que se colocaban en los santuarios de los montes, casi siempre ubicados en las cimas. La luz, el calor, la electricidad y el magnetismo, no son más que formas de movimiento vibratorio , éste es una fuerza universal que según se cristaliza en la creación se convierte en una sustancia llamada éter que a su vez se modifica en estado ígneo dando origen al fuego, en estado gaseoso o aire, en estado líquido o agua y en estado pétreo y da origen a la Tierra. Los tatwas son el alma de los elementos y el del aire recibe el nombre de Vayú. En horas o días de huracanes y brisa, las ondas etéricas del aire están en agitación y vibración. Vayú se relaciona con todo lo que sea velocidad, movimiento, navegación aérea, Cuando vibra éste tatwa la gente goza hablando mal del prójimo. Los accidentes de aviación ocurren en éste período. Los suicidas son estimulados por éste tatwa. Vayú favorece los negocios sencillos y cortos así como los trabajos intelectuales. PRACTICA: El tatwa vayú corresponde a la parte de nuestro cuerpo que va desde el entrecejo hasta la altura del corazón y podemos pedirle al Dios del aire su asesoramiento y permiso para ordenar a los elementales del aire que trabajen intensamente, regenerando y sanando esta parte. 1.-Relajar el cuerpo Físico. Usaremos el método de los latidos del corazón. 2.-Relajar la mente con un mantram. Utilizaremos el mantram GATE, GATE, PARAGATE, PARASAMGATE, BODHI SUAHA. 3.-Oración: Padre mío, Dios Mío , tu que eres m Real Ser, mi Dios Interno, te suplico con toda mi Alma y mi corazón, en el nombre del Cristo, por el Poder del Cristo y por la Majestad del Cristo y de acuerdo a la Ley invoques aquí y ahora al Dios del Viento Ehécatl, Iswara, Parvati.: Ehecatl te hemos llamado, te hemos invocado para pedirte tu permiso y asesoramiento para ordenar y mandar a los elementales del aire. Silfos y Sílfides del aire os ordenamos en el nombre del Cristo que trabajen intensamente, regenerando, sanando, curando, la parte de nuestro cuerpo que va del entrecejo hasta el corazón. Que sean curados el cerebro, cerebelo, vértebras cervicales, nervios craneales, músculos, venas, arterias, huesos, garganta, hombros, corazón. 4.-Pronunciamos el mantram YA. YAAAAAAAA YAAAAAAA YAAAAAAAA Que nuestras peticiones se cumplan, se cristalicen, se materialicen, de acuerdo a la Ley divina y nunca nuestra voluntad. Padre Mío, te pido des infinitas gracias al Dios del aire Ehécatl por haber acudido y escuchar nuestras súplicas. Amén, Amén, Amén. INSTRUCTOR: J. Antonio Compeán Martínez San Luis Potosí, S.L.P. EL DIOS TLÁLOC. Fue llamado Cocijo entre los zapotecas, Chaac entre los mayas y Tláloc entre los aztecas, nombre cuyo significado ya de por si nos entrega una gran enseñanza “El Vino que bebe la Tierra”, si, el símbolo del agua que da la vida, que hace florecer toda la creación, que fertiliza y al mismo tiempo es la fuerza que todo lo sostiene. Tláloc es la lluvia, es el rayo, es la energía creadora del ser humano, es uno y es todo, y al mismo tiempo es un ángel preciosísimo, un Deva –como se diría en el mundo oriental–, un maestro de perfecciones que tiene mucha más realidad que cualquiera de nosotros, un Malachim hablando en lenguaje hebreo, es decir, un ángel del mundo de las causas naturales. Realidades desconocidas para el vano intelecto son encerradas en los mitos, códices, estelas, monolitos sagrados y vasijas milenarias dedicadas al Dios Tláloc. Solo el arte, dirigido a la conciencia es el que puede ayudarnos a entender estos misterios, por ello que tomamos como cimiento este poema náhuatl para introducirnos en sus arcanos. "El Dios Tláloc residía en un gran palacio con cuatro aposentos, y en medio de la casa había un patio con cuatro enormes barreños llenos de agua." "El primero es del agua que llueve a su tiempo y fecundiza a la tierra para que de buenos frutos." "El segundo es del agua que hace anublarse a las mieses y hace perder los frutos." "El tercero es del agua que hace helar y secar a las plantas." El cuarto es del agua que produce sequía y esterilidad..." Por un lado este precioso poema nos alude a cómo está organizada la naturaleza, indicándonos que no es algo muerto o meramente mecánico, que todo tiene alma. Las lluvias, las sequías, las inundaciones y el granizo están sujetas a principios inteligentes más allá del bien y del mal. Al mismo tiempo estas fuerzas elementales están supeditadas a la ley del Karma, pues solo cosechamos lo mismo que sembramos. Con asombro místico, encontraremos en este poema la misma enseñanza que Jesús nos hablara en la parábola del Sembrador. La semilla de la parábola de Jesús significa la enseñanza gnóstica, que con gran profundidad nos comenta el maestro Samael: que parte de la simiente cayó junto al camino y vinieron las aves mundanales y se la tragaron. Parte cayó entre pedregales; o sea, discusiones, teorías y ansiedades, donde no había gente reflexiva, profunda; no resistió la prueba del fuego y se secó ante la luz del sol, no tenía raíz. Y parte cayó entre espinos, entre hermanitos que se hieren unos a otros con la calumnia, la chismografía y etc. Crecieron los aguijones y las ahogaron. Afortunadamente no se perdió la labor del sembrador porque parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cual a ciento, cual a sesenta y cual a treinta por uno. En definitiva los cuatro recipientes con que el Dios azteca Tláloc, dios de las lluvias, riega la tierra ayudado de sus ministros, pudiera significar lo mismo, "El primero, es el del agua que llueve a su tiempo y fecundiza la tierra para que de buenos frutos" es la enseñanza gnóstica que llega a personas maduras anímicamente hablando y hacen buen uso de ella, trabajan en forma sincera auto conociéndose, eliminado sus defectos, trasmutando sus energías y sirviendo desinteresadamente a la humanidad, es obvio que en tales condiciones, fecundiza nuestra tierra filosófica y da buenos frutos en nuestro interior, floreciendo las virtudes del alma. "El segundo, es el del agua que hace anublarse las mieses y hacer perderse los frutos". En este caso la Gnosis no da frutos, no tomamos con la seriedad debida la enseñanza gnóstica, estamos demasiado identificados con los placeres del mundo, con lo ilusorio de esta sociedad actual, queremos que la Gnosis se adapte a nuestra carcomida forma de vivir equivocada. "El tercero, es el agua que hace helar y secar las plantas"... se trata de los que ya teniendo la Gnosis en nuestras manos, seguimos haciendo críticas, calumnias, levantando falsos, bien dice el maestro Moria “La murmuración nos separa del auténtico esoterismo”. "El Cuarto, es el del agua que produce sequía y esterilidad"... este recipiente de agua correspondería a cuando la enseñanza gnóstica llega a nosotros pero somos gentes superficiales, no hace raíces en nosotros la sabiduría, pues en lugar de vivir la gnosis, nos la pasamos queriendo demostrarle a alguien nuestra consabida superioridad, discutiendo, llenándonos de teorías y no practicamos nada, obviamente viene la prueba del fuego (serenidad y dulzura de carácter) y fracasamos en todo. "Tiene el Dios a su servicio a muchos ministros -los elementales del agua-, pequeños de cuerpo, los cuales moran en cada uno de los aposentos, cada uno según su color, pues son azules como el cielo, blancos, amarillos o rojos..." "Ellos, con grandes regaderos y con palos en las manos, van a regar sobre la tierra cuando el supremo Dios de la lluvia ordena..." "Y cuando truena, es que resquebrajan sus cántaros, y si algún rayo cae, es que un fragmento de las vasijas rotas viene sobre la tierra..." Nuevamente nos habla este poema de realidades del alma de la naturaleza y del trabajo que habrá que hacerse para cumplir con nuestra misión. Nos dice este poesía con los colores, de cómo ha de llevarse a cabo nuestro trabajo con las aguas internas, primero es oscuro, luego debe tornarse blanco, más tarde amarillo y por último rojo, son los mismos colores de la alquimia por los que ha de pasar el candidato a la luz. Por otro lado, esos ministros de Tláloc, llamados los Tlaloques son realmente las criaturas elementales que viven en la cuarta dimensión, llamados en otros tiempos sirenas, titanes, ondinas, nereidas y decenas de nombres más. Que la degeneración en que estamos, haya hecho que perdamos nuestras facultades para percibirlos, no quiere decir que no existan. Estos viven, y están bajo el mandato del Maestro Tláloc y Tláloc bajo las órdenes de la Ley del Karma. Es necesario darse cuenta que la naturaleza es algo vivo, que cada río, lago, nube, lluvia, tiene detrás sus principios anímicos rigiéndolos. En ellos no hay crueldad, somos nosotros los inconscientes los que atentamos contra la naturaleza, los que hacemos nuestras casas en los lechos de los ríos, los que estamos destruyendo nuestra casa, nuestra Madre Tierra. ESPOSA DE TLÁLOC. Los maestros aztecas no adoraban ídolos, sino que simbolizaban principios, fuerzas cósmicas, realidades del espíritu. Y si ponían a Tláloc como símbolo de la lluvia, no podrían olvidarse del complemento, del equilibrio y aparece como su esposa y no menos importante Chalchihuitlicue. “Esmeralda, cosa preciosa”; la que tiene falda de esmeraldas. Es la diosa del agua terrestre y esposa de Tláloc. Los Nahuas la representaban joven y hermosa, con tiara de oro, enaguas y manto con borlas de Quetzalli; en el jeroglífico que adorna su falda, en la cara interna superior de los muslos, aparece una preciosa ninfa de bífida lengua, símbolo de luz. Los Maestros la invocaban en verano, cuando los ríos se secaban. Sobre el altar del templo ponían un montón de sal marina y devotamente impetraban su auxilio.” (SAW). No en vano, entre los hebreos llamaron a la divinidad Elohim, cuya correcta traducción es Diosas y Dioses. La diosa de los ríos, lagos y aguas subterráneas, es su alma divina, su Walkiria, su Bella Helena. EL TLALOCAN. El paraíso de Tláloc, es en realidad una región en el mundo paralelo, de la quinta dimensión, muy semejante al paraíso de Maitreya del mundo oriental, o al cielo de las distintas religiones. La sabiduría que nos entregan en estos mitos es extraordinaria, pues entremezclan, las realidades de los estados postmortem, con el trabajo interior. Los que mueren ahogados y los que son alcanzados por un rayo van al paraíso de Tláloc, es una forma de decirnos que quienes trabajan en la muerte de sus defectos ayudados con la trasmutación de sus aguas internas o con el fuego sagrado (rayo) del eterno principio femenino divinal, que aquellos que logran erradicar la lujuria, el orgullo, la gula, la pereza, entran a estos estados de conciencia superiores, simbolizados por el Tlalocan, es decir, viven en plenitud y llenos de felicidad. INVOCACIÓN A TLÁLOC: “Este dios tenía adoratorios en el Templo Mayor y en las cumbres de las altas montañas del valle de Tenochtitlán. Nunca faltó el fuego en sus altares. Los Maestros lo invocaban para agradecerle la abundancia de las cosechas, para pedirle lluvia en las grandes sequías o para que deshiciera las nubes de granizo. En las grandes tempestades usted también, si lo desea, puede invocarlo, mas debe hacerlo con fe y reverencia.” (SAW). Los maestros regentes de la naturaleza son conocidos como Malachim, pues viven en el mundo de las causas naturales y existe un mantram extraordinario que al meditar en él, es como tocar las puertas de esta región. Nosotros los gnósticos rendimos culto en nuestro corazón a estos maestros, cerramos nuestros ojos, relajamos nuestro cuerpo y vocalizamos el mantram ALOAH VA DATH. Aaaaallllllooooooaaaaaa Vvvvvaaaaaaaaa Daaaaaaatthh Aaaaallllllooooooaaaaaa Vvvvvaaaaaaaaa Daaaaaaatthh Aaaaallllllooooooaaaaaa Vvvvvaaaaaaaaa Daaaaaaatthh Repetimos llenos de infinita fe: Padre mío, dios mío, señor mío, tu que eres mi verdadero Ser. Te suplicamos en el nombre de nuestro Señor Quetzalcóatl y por la misericordia de Ipalnemphuani (Aquél por quien vivimos), nos invoques, aquí y ahora, al Venerable Maestro: Tláloc, Tláloc, Tláloc. Venerable Maestro Tláloc, venid hacia aquí, concurrid a nuestro llamado. Maestro Tláloc, te hemos llamado, te hemos invocado, para suplicarte ayuda. Bendice nuestros hogares, ilumina nuestro camino hacia la verdad, danos comprensión para entender y vivir la Gnosis.” ICONOGRAFÍA DE TLÁLOC. “Los Nahuas lo representaban siempre en la "casa de la luna"; la luna es el símbolo del agua, de la feminidad, de la fertilidad. El rostro cubierto con la máscara sagrada a través de la que asoman sus ojos azules; la máscara simboliza que lo divino está oculto, que hay que buscarlo en el corazón de cada uno. Brazos y piernas desnudos con brazaletes de oro en las pantorrillas y cactli azules; los brazaletes son símbolo de que todo cuanto hagamos debe unirse a lo místico y las sandalias son el símbolo de la humildad. Largos cabellos caídos sobre la espalda; símbolo de la castidad, entendiéndose en la gnosis no como el celibato, sino como la correcta sublimación de nuestras energías en el matrimonio. Diadema de oro adornada con plumas blancas, verdes y rojas y collar de cuentas de jade; el completo dominio de la mente, acabar con las cárceles del entendimiento, las teorías, los preconceptos, las hipótesis, las creencias y que solo se manifiesten las plumas blancas, verdes y rojas del espíritu. Túnica azul sobre la cual una malla termina sus rombos en flores; son las vestiduras sagradas, los cuerpos solares que debe fabricar el estudiante para que se manifieste el Ser. En la mano izquierda, escudo azul sobre el que se abren los cuatro pétalos de una hermosa flor roja; el escudo es el trabajo con la auto observación, la flor de cuatro pétalos es el cuarto camino o camino recto y el símbolo del chakra muladara o fundamental. En la mano derecha, los símbolos del granizo y del rayo en oro pintados de rojo”. (SAW); es el símbolo del Kundalini o fuego sagrado, que debemos aprender a manejar para acabar con el Yo. ¡Los Dioses Toltecas y de Anáhuac nos vigilan! ¡lLos Dioses Mayas no han muerto! ¡Quetzalcóatl no se va a rendir, ante la corrupción de esta época perversa! (SAW). Instructor cursos por internet. Jenaro Ismael Reyes Tovar. Para ver las memorias en video, entra a este enlace: http://www.samaelgnosis.net/congresos/2014/videos/index.html