Libro: La Flauta Mágica y la Iniciación

Capítulo 12. Papageno y Papagena

Papageno y Papagena. La Flauta Mágica de Mozart. Gnosis

Segundo Acto. Escena 9

Al margen ya de lo que sucede con Pamina y Tamino, quienes siguen el camino de la iniciación, Papageno se encuentra en un jardín, muy triste, pues ha perdido a su Papagena, reconoce que es por su culpa, por su manera de actuar y de ser, no encuentra consuelo, la llama muy triste con su silbato.

«¡Papagena, Papagena, Papagena! ¡Mujercita, pichoncita, hermosa mía! ¡Es inútil! ¡Ay, la he perdido! Es que he nacido para ser desgraciado. He parloteado, y eso no estaba bien, y por eso me lo tengo bien merecido. Desde que probé aquel vino... Desde que vi a la bella mujercita, mi corazón arde en lo más íntimo, me pincha en un lado y me pincha en el otro. ¡Papagena, mujercita de mi corazón! ¡Papagena, pichoncita querida! ¡Es inútil, no sirve de nada! ¡Estoy cansado de mi vida! La muerte pone fin al amor, cuando quema tanto en el corazón. (coge una cuerda) Adornaré este árbol, me colgaré del cuello, pues la vida me desagrada; buenas noches, negro mundo, que tan mal me tratas y no quieres darme una bella niña. Todo ha acabado, voy a morir, pensad en mí, bellas muchachas. Si alguna quiere, antes de que me cuelgue, apiadarse de este pobre, ¡bueno, lo dejaría por esta vez! Decid únicamente: ¡sí o no! ¡Ninguna me ha oído, todo está en silencio! ¿Eso es, pues, lo que queréis? ¡Papageno, ánimo, arriba! Pon fin a la carrera de tu vida. Bueno, esperaré, pero sólo hasta que cuente uno, dos y tres. (silba) ¡Uno...! ¡Dos...! ¡Tres...! ¡Bien, aquí nos quedamos! Puesto que nadie me detiene, ¡buenas noches, pérfido mundo! (Se dispone a colgarse.)» (Aria: “Papagena! Mujercita! Palomita!”)

Sin duda alguna, las emociones negativas nos llevan de un lado a otro, sujetos a la ley del péndulo, no las controlamos, no vivimos en equilibrio. Lo ideal sería vivir en el centro, como dicen los chinos en el Tao, pero el desconocimiento de toda la ciencia gnóstica, nos lleva a comportarnos como meros leños en el mar embravecido de la existencia.

«Somos esclavos de una mecánica; si alguien nos da palmaditas en el hombro, sonreímos tranquilos; si alguien nos da una bofetada, contestamos con otra; si alguien nos dice una palabra de alabanza, felices nos sentimos, pero si alguien nos hiere con una palabra agresiva, nos sentimos terriblemente ofendidos. Total: Somos maquinitas sometidas a la Ley del Péndulo, cada cual puede hacer de nosotros lo que le venga en gana.» (Samael Aun Weor. La Ley del Péndulo)

Muy lejos se encuentra Papageno del camino de la iniciación, como muchísimos seres humanos, sin inquietudes espirituales, pero lo peor es que vivimos bien identificados con nuestros propios sufrimientos, y eso es lo que nos aleja de la felicidad.

Muchas de las veces, no es karma todo lo que nos sucede, sino que uno mismo va por el camino de la auto destrucción, todo depende de nuestra actitud ante la vida, si uno se derrota antes de iniciar, pues a eso mismo se dirigirá.

El suicidio al que trata de llegar Papageno, es el fracaso de nuestra vida emocional, por parlotear demasiado, el hacer mal uso de la palabra y de la sexualidad, el identificarnos en una actitud de auto compasión y derrotismo.

Descendiendo de lo alto, los tres geniecillos detienen las funestas intenciones de Papageno, ellos son el llamado de la conciencia, al que siempre hay que tomar en cuenta y le hacen ver que ahí mismo junto a él, está la respuesta a sus plegarias, pero que se ha olvidado de ellas, se refieren a sus campanillas de plata, sólo tiene que tocarlas y su Papagena llegará.

«¡Pero estoy loco!... ¡Mis instrumentos mágicos! ¡Resuena, carillón, resuena! He de ver a mi querida muchacha. ¡Resuena, carillón, resuena! ¡Tráeme a mi muchacha! ¡Resuena, carillón, resuena! ¡Tráeme a mi mujercita!»

La plata es el elemento que simboliza a la mujer, que representa los atributos de la Madre Divina, cuales son la comprensión, el amor, la dulzura, eso es todo lo que se necesita para tener un buen matrimonio, pero parece, igual que Papageno, que lo hemos olvidado.

Hay que tocar con entusiasmo las campanillas de plata, hay que actuar con tolerancia ante la pareja, poniéndonos en su lugar, tratando de sentir y de pensar lo que piensa; y es así que, si no tiene pareja, ésta llegará, y si se tiene, entonces podrá disfrutar de lo que es un matrimonio pleno.

Interesante es ver que hace tres veces la petición a las campanillas de plata, de su mujercita, entregándonos nuevamente una clave extraordinaria, pues para llamar a las inteligencias superiores de la naturaleza y el cosmos, se llama precisamente así.

Los geniecillos le traen a su Papagena, y la dejan con él, y ascendiendo de nuevo a lo alto le indican que vea a su alrededor, es entonces que maravillados los dos se sienten llenos de felicidad y cariño.

Mantram para el desarrollo de la clarividencia

Como quiera que la obra de la Flauta Mágica entrega muchas claves en secreto, para que el que tenga ojos para ver vea, pues ahí hay sabiduría, y el que tenga oídos para escuchar, escuche; nos entregan aquí un mantram o palabra de poder que sirve para el desarrollo de la clarividencia, en el maravilloso encuentro de Papegena con su Papageno, los dos en forma muy entusiasta (tal y como deben vocalizarse los mantram), dice Papageno: «¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papagena!», y luego Papagena dice: «¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papageno!»

Un mantram es una sabia combinación de sonidos, que tiene como propósito ayudarnos a nivel físico, anímico o espiritual. El sonido dio origen al universo, por tal motivo tiene un gran poder. Si a la par de un buen uso de la palabra, nos proponemos a vocalizar mantram en un estado de relajación física y mental, tendremos como resultado beneficios extraordinarios.

La clarividencia es el traslucido del alma, es una facultad que tenemos en estado latente, y que nos permite ver el ultra de la naturaleza, para su desarrollo se requiere eliminar la ira, y se complementa con la vocalización de este maravilloso mantram entregado aquí en esta maravillosa obra.

«Las sílabas MA, MA, PA, PA, BA, BA, son las primeras que articulamos en la niñez. Con estas sílabas podréis comenzar la Iniciación. Cantadlas asumiendo una actitud inocente, infantil. En «La Flauta Encantada» de Mozart podréis aprender la entonación de esas sagradas sílabas.

Mozart puso esas sílabas en su maravillosa obra.

Adormeceos sumiendo una actitud infantil, recordando los primeros años de tu infancia y entonando mentalmente las sagradas sílabas. La palabra PAPA se vocaliza entonando en voz alta la primera sílaba PA, y bajando la voz en la segunda sílaba PA. Luego articularéis la sílaba PA muchas veces. Lo mismo haréis con la sílaba Ma.

Adormeceos meditando en vuestra infancia. Revivid con vuestra imaginación toda la infancia. Articulad mentalmente las sílabas sagradas.

Sabed que todo niño es clarividente hasta la edad de cuatro años. Después, los átomos inocentes de la clarividencia se sumergen entre el subconsciente. Si queréis reconquistar la clarividencia, meditad en la infancia y adormeceos profundamente articulando las primeras sílabas del niño. MA, MA, PA, PA, BA, BA.

Papageno y Papagena. La Flauta Mágica de Mozart. Gnosis

La meditación y las sagradas sílabas despertarán a los átomos infantiles de la clarividencia. Entonces os elevaréis al conocimiento imaginativo. Aprenderéis a pensar en imágenes vivientes. La raza actual sólo piensa en conceptos de ideas. Las ideas son el resultado del deseo.

Alguien piensa conquistar a una mujer, entonces le asalta una idea, etc. Las ideas son el Yo. Tú aprenderás a pensar con imágenes vivientes. La meditación infantil y las sagradas sílabas, despertarán a los átomos infantiles para una nueva actividad.» (Samael Aun Weor. El Mensaje de Acuario)

El encuentro entre Papageno y Papagena es lleno de alegría, se abrazan cariñosamente e inmediatamente piden a los dioses que venga a su hogar, primero un pequeño Papageno y luego una pequeña Papagena, y saben muy bien que eso será la mayor dicha y bendición de sus padres.

Toda una cátedra se nos entrega aquí para el armonioso y trascendental desarrollo de la clarividencia positiva, ya que es necesario ser como niño, tener la mente de un niño, acabar con todo lo que nos hace desconfiados, astutos y perversos; mientras seamos coléricos dañaremos el desarrollo armonioso de esta facultad.

«106- La clarividencia es la imaginación. La clarividencia es la flor más bella, más sencilla y más pura de la espiritualidad. 107- Cuando reconquistamos la infancia perdida, entonces todas las imágenes que vienen a nuestra imaginación van acompañadas de vivísimos colores astrales.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea)

Dicha facultad de la clarividencia positiva o traslucido del alma, tiene que estar aquí descrita en esta maravillosa obra, pues la imaginación positiva es el primer paso para la iniciación, nos insiste el maestro Samael que: «Imaginación, Inspiración e Intuición, son los tres caminos obligatorios de la Iniciación.»

Son tres escalas que debemos desarrollar a través de la meditación diaria y profunda, a través de un cultivo armonioso de las virtudes del alma; van desarrollándose primero la imaginación creadora positiva (que no debemos confundir con la fantasía), después centra el conocimiento inspirativo y por último el conocimiento intuitivo.