Elementoterapia

Elementoterapia

La “ELEMENTOTERAPIA”, es el “arte regio” de la Naturaleza, porque nos enseña a manipular las criaturas elementales de los vegetales antiguamente conocidos con los nombres de silvanos, dríadas, hamadríadas y faunos.

Las milagrosas curaciones a distancia de que hablan los libros sagrados, las hace el médico gnóstico por medio de los elementales de las plantas.

ESTA CIENCIA QUE YO BAUTIZO CON EL NOMBRE DE ELEMENTOTERAPIA, EL “ARTE REGIO” DE LA SABIDURÍA MEDICA, ES TAN ANTIGUO COMO EL MUNDO. NO SE PUEDE SER MEDICO SIN SER MAGO, NI SER MAGO SIN SER MEDICO.

El yerbatero y el médico alópata, se identifican en cuanto ambos estudian únicamente el cuerpo físico de los seres vivientes. El médico gnóstico estudia al hombre y a la planta, en su triple aspecto de cuerpo, alma y espíritu.

El médico gnóstico trata a las plantas como a hombres. La terapéutica Gnóstica es mística, simbólica, alquimista.

La Elementoterapia, enseña al médico gnóstico a manipular los elementos vegetales. La Elementoterapia, es la sabiduría que le permite al médico gnóstico manejar la VIDA.

Hasta ahora los botánicos no han hecho mas que manipular las formas, pero no la vida misma, porque la vida solo la sabe manejar el médico Gnóstico que ha estudiado la Elementoterapia.

Los alópatas, sólo conocen superficialmente la biomecánica de los fenómenos orgánicos; pero nada saben del fondo vital.

Los alópatas, como los botánicos, son diestros en manejar formas cadavéricas. Desde el punto de vista fisiológico o patológico, podríamos decir con propiedad que los alópatas son vivisectores de animales y de hombres.

Los homeópatas, los bioquímicos y sus parentelas son tan sólo los hijos pródigos de la botánica y de la alopatía.

Ha llegado la hora de las grandes decisiones y no hay tiempo que perder. ¡Corresponde a los hombres divinizados arrojar con el látigo de la voluntad a los mercaderes del templo!

¡Ha llegado la hora en que debemos libertarnos de toda coyunda social (escuelas y sectas, religiones y dogmatismos), para regresar con alegría al templo de la naturaleza!

Nosotros llamaremos a esa arcaica sabiduría médica ELEMENTO-TERAPIA. Esa es la sabiduría de los médicos gnósticos.

“A semejantes médicos (los gnósticos) se les llama “espirituales”, porque mandan a los espíritus de las hierbas y de las raíces, y les obliga a poner en libertad a los enfermos a quienes han aprisionado. De la misma manera, si un Juez pone a un preso en los cepos, el juez es el médico del preso, porque teniendo las llaves, puede abrir las cerraduras cuando quiera. A ésta clase de médicos perteneció Hipócrates y otros”. (Parami-prólogo III - Paracelso)

El eminente médico gnóstico alemán, doctor Franz Hartman, dice: “El verdadero médico no es un producto de las escuelas científicas, él llegó a serlo por medio de la luz de la sabiduría divina misma”.

Cada elemental de la Naturaleza representa determinados poderes de la bendita Diosa Madre del Mundo, y sólo puede ser realmente mago y médico aquel que sabe manejar los poderes de la Naturaleza encerrados en cada hierba, en cada raíz y en cada árbol.

El pensamiento es una gran fuerza, pero todo es dual en la creación, y toda intención oculta, si se quiere hacer manifiesta, necesita de un instrumento físico que sirva de vestido a la idea: este instrumento es el vegetal que le corresponde. Sólo puede ser mago aquel que sabe el secreto de mandar a los elementales vegetales.

La Elementoterapia descorre el velo del Prana y amplía la curación por medio del magnetismo. La Elementoterapia es magnetismo ampliado.

Trece años estudian medicina los médicos Arhuacos y doce años es el mínimo de los médicos Lamas del Tibet.

El estudiante Arhuaco de medicina permanece “enclaustrado” en un apartamento de dos piezas, trece años precisos. A los siete años de edad, inicia sus estudios, y se gradúa a los veintiuno. Por una ventana entra el sustento al estudiante, y por otra recibe las enseñanzas de su instructor, juntamente con las plantas medicinales. Enseña primero el profesor que sabe menos y termina el que sabe más. El número de instructores varía según sean los cursos que recibe. Cada profesor maneja su mochila de plantas. El estudio de las plantas versa sobre sus elementales y sus poderes ocultos. Esta es la antigua ciencia de la ELEMENTOTERAPIA.

Los severos estudios de medicina Himaláyica y Trans-Himaláyica, incluyen la ELEMENTOTERAPIA, la OSMOTERAPIA, la anatomía de los siete cuerpos y la astrología y Química ocultas. Todo médico Lama es clarividente, y realmente no se puede ser médico sin ser clarividente. Oídlo señores de la medicina oficial.

Los elementales nos enseñan los grandes misterios cósmicos, los elementales y sus hierbas son medicina oculta, magia elemental y nada más; eso es todo.

La Magia-Natural o Elementoterapia, es tan antigua como el mundo; este conocimiento pasó de los Lémures a los Atlantes, y de allí fue transferido a los grandes Hierofantes del viejo Egipto.

Si consultamos la historia, nos daremos exacta cuenta de que los grandes hombres del pasado estudiaron bajo las protectoras alas del Egipto elemental. Solón, el gran legislador griego, Moisés, Apolonio de Tryana, todos ellos recibieron su sabiduría del Egipto elemental.

Los cimientos del gran período egipcio, están fundados sobre una antiquísima actividad neptuniana basada en las leyes elementales de la naturaleza. Los egipcios denominaron a esa profunda conciencia neptuniana, el “Amenti”.

Si el hombre quiere conocer las plantas, necesita indispensablemente estudiar nuestra “Elementoterapia”. Quien no sepa la magia elemental no puede jamás conocer el poder de las plantas, los botánicos no son sino simples “charlatanes”.

Samael Aun Weor. Tratado de medicina oculta y magia práctica.


Fotografía: Francisco Ismael Moreno Luna

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