Manú Vaivaswata

Los Vedas

El “Manú”: es otro ser divino, el cual tiene que formar nuevas razas. Hay varios Manús. Cuando un Manú funda una nueva raza y termina su obra, recibe entonces la Octava Iniciación de Mayores con el grado de “Budha-Pratyeca” que significa “Budha-solitario”, y mucho tiempo después de la Novena Iniciación de Mayores como Señor del mundo.

El Manú de nuestra raza Aria es el Manú Vaivaswata, desde hace unos setenta mil años. El Bodhisattva es el vehículo de la sabiduría, este Maestro es de séptima de Mayores lo mismo que el Mahachoán.

A la Octava pertenecen los “Budhas”: este es el grado más alto que puede alcanzarse en la tierra, a este nivel pertenecen los cuatro Señores de la Llama, llamados también “Budhas-Prathiekas”; se les llama así a causa de que a ellos no corresponde la instrucción mundial.

Samael Aun Weor.  Medicina Oculta y magia Práctica, Los Choanes.

El Guía Salvador de los atlantes elegidos, aquél que los sacara del país de las "Lomas de Barro", fue el Noé Bíblico, el Manú VAIVASWATA, el fundador de la Raza Aria...

Samael Aun Weor.  Las tres montañas, Cap. 64.

Tres fuertes terremotos hundieron al continente Atlante, entre las enfurecidas olas del océano que hoy lleva su nombre. Concluida aquella Gran Catástrofe, se Inició la nueva Raza.

Obviamente de entre aquellas multitudes, antes de que la catástrofe sucediera, se escapó un pueblo. Dicen las tradiciones que un Gran Maestro llamado Vaivaswata, el Noé bíblico, indudablemente, llamó a las gentes para decirles lo que iría a suceder, mas las gentes no le creían, se burlaban, se mofaban de él y en vísperas de la Gran Catástrofe, comían, bailaban, se divertían y se daban en casamiento y al otro día eran cadáveres.

 Los santos Seres que rigen el destino de la humanidad, dieron orden al Manú Vaivaswata para que saliera con su pueblo, antes de que el continente Atlante se sumergiera entre las tormentosas aguas del Océano y el Manú, al frente de su pueblo, supo escaparse, tuvo que huir de noche.

Samael Aun Weor.  Conferencia: “El fin de la humanidad”.

No está lejos el Cataclismo Final... Podemos asegurar que estamos a las puertas, aunque esto parezca increíble... También parecía increíble a los habitantes de la Atlántida, que estuviesen a las puertas de la sumersión de aquel continente, cuando el MANU VAIVASWATA (que no es otro más que el NOÉ BÍBLICO), les hablaba de la Gran Catástrofe que se avecinaba.

 Las gentes se reían y decían: “Este hombre está loco”; y en vísperas de la Gran Tragedia todos “comían, bebían, se divertían, se casaban y se daban en casamiento”, como dicen las Sagradas Escrituras, y al otro día eran cadáveres. Así también por estos tiempos: Las gentes comen, duermen, se divierten, se degeneran cada vez más y más, y dentro de poco ya serán cadáveres.

Así como en los días de Noé (que ya dije, es el mismo Manú Vaivaswata), hubo un pueblo selecto, es decir, un EJÉRCITO DE SALVACIÓN MUNDIAL que escuchó las enseñanzas de aquel Manú Avatara, y que fue salvado de entre las aguas y pudo abandonar el continente antes de que éste se sumergiera efinitivamente, para entrar al corazón del Asia, así también, ahora se está formando un ejército, y es obvio, que sobre mí pesa la mayor responsabilidad...

Muchos profetas, muchos mesías, había en las épocas aquéllas de la Atlántida, que a sí mismos se consideraban Avataras y se hacían adorar como tales. Pero sólo uno salió triunfante de entre las aguas del Diluvio Universal: Ese, el único, fue el MANU VAIVASWATA, que llevó a su pueblo hasta la Meseta Central a través del terremoto y de las inundaciones.

Así también, mis queridos hermanos, muchos por estos tiempos, podrán decir: “Yo soy el Avatara”, pero, los hechos hablarán por sí mismos y se sabrá quién es el Avatara. El día del Gran Incendio, aquél que sea capaz de sacar a su pueblo de entre el fuego y las llamas, en el momento crucial y definitivo del fin de la Raza Aria, ese es el Avatara; los hechos hablarán, repito, serán los hechos..., el árbol se conoce por sus frutos: Tales árbol, tal fruto...

Samael Aun Weor. Conferencia. “Principios gnósticos ortodoxos”

Así pues, que se sepa de una vez y para siempre, que la raza aria, que hoy perversamente puebla la superficie de la Tierra, va a perecer, va a ser destruida. De todo esto que se ve, no quedará ni la ceniza. Todo será quemado, todo será sepultado en el fondo de los mares.

Creo que ahora van entendiendo el sentido del porqué de la invasión del Ejército de Salvación Mundial. Empero, no toda la humanidad nos escuchará. Tampoco se escuchó al Manú Vaivaswata en su época, se rieron de él. Tampoco se escuchó a los paladines de aquella época, la gente nunca acepta la cruda realidad de los hechos, hasta que los tiene encima. La gente siempre busca escapatorias, busca evasivas, cree que puede seguir como está, hasta que viene el fracaso.

Samael Aun Weor. Misterios Mayas, Conferencia sobre Hercólobus.

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