La Sabiduría del Ser No. 72 Psicología Revolucionaria Ciencia Arte Filosofía y Mística-Trimestre: enero, febrero, marzo de 2017 Material didáctico para uso interno y exclusivo de estudiantes Del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samalegnosis.net ? www.samaelgnosis.org www.samelgnosis.us ?www.samelgnosis.net/fr Contenido: La Esencia 3 Los Cinco Centros de la Máquina Humana 5 La Oración 8 La Meditación. 11 El Nivel de Ser 13 La Auto Observación 15 El Ego o “Yo” Psicológico 18 La Comprensión Creadora 22 El Trabajo Esotérico 25 Arcano 72. La Purificación 28 Portada: San Miguel Arcángel. Luis Juárez. 1615 "Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma" Evangelio de Tomás. Certificado de reserva de derechos al uso exclusivo. En el género de: Difusiones periódicas. Especie: Difusión vía red de Cómputo. Titular: Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Titulo “La Sabiduría del Ser” Reserva: 04-2008-032711425000-203 Dirección de Reservas de Derechos. La Esencia D entro de todo ser humano que no se halle en último estado de degeneración, existe la esencia, el alma, el buddhata, que es tan sólo una fracción del alma humana en nosotros, lo más digno, lo más decente que tenemos. El buddhata, la esencia, es el material psíquico, el principio budhístico interior, el material anímico o materia prima con que damos forma al alma. El buddhata despierta con la meditación interior profunda. El buddhata es realmente el único elemento que posee el pobre animal intelectual para llegar a experimentar eso que llamamos verdad. Pero todos tenemos también el ego, el mí mismo, el sí mismo, motivo por el cual vivimos con un noventa y siete por ciento de subconsciencia y solamente se expresa en nosotros un tres por ciento de conciencia. Es bueno saber que el noventa y siete por ciento de la esencia que en nuestro interior llevamos, se encuentra embotellada, embutida, metida, dentro de cada uno de los yoes que en su conjunto constituyen el "Mi Mismo". Obviamente la esencia o conciencia enfrascada, prisionera entre cada yo, se procesa en virtud de su propio condicionamiento. Cualquier ego desintegrado libera determinado porcentaje de conciencia, la emancipación o liberación de la esencia sería imposible sin la muerte, sin la desintegración de cada yo. A mayor cantidad de yoes desintegrados, mayor auto-conciencia. A menor cantidad de Yoes desintegrados, menor porcentaje de conciencia despierta. El despertar de la misma sólo es posible, muriendo en sí mismo, aquí y ahora. Incuestionablemente mientras la esencia o conciencia este embutida entre cada uno de los yoes que cargamos en nuestro interior, se encuentra dormida, en estado subconsciente. Es urgente transformar al subconsciente en consciente y esto sólo es posible aniquilando los yoes. Quienes intentan despertar primero para luego morir, no poseen experiencia real de lo que afirman, marchan resueltamente por el camino del error. Observen a los niños recién nacidos, son maravillosos, gozan de plena auto-conciencia; se encuentran totalmente despiertos. Dentro del cuerpo del niño recién nacido se encuentra reincorporada la esencia y eso da a la criatura su belleza. No querernos decir que el ciento por ciento de la esencia o conciencia esté reincorporada en el recién nacido, pero sí el tres por ciento que normalmente está libre y ese porcentaje de esencia reincorporado entre el organismo de los niños recién nacidos, les da plena auto-conciencia y lucidez, entre otros muchos poderes. Los adultos vemos al recién nacido con piedad, pensamos que la criatura se encuentra inconsciente, pero nos equivocamos lamentablemente. El recién nacido ve al adulto tal como en realidad es; inconsciente, cruel, perverso, etc., por eso, en algunos casos, lloran cuando nos acercamos a ellos. Los yoes del recién nacido van y vienen, dan vueltas alrededor de la cuna, quisieran meterse entre el nuevo cuerpo, pero debido a que el recién nacido aún no ha fabricado la personalidad, todo intento de los yoes para entrar en el nuevo cuerpo, resulta algo más que imposible. A veces las criaturas se espantan al ver a esos fantasmas o yoes que se acercan a su cuna y entonces gritan, lloran, pero los adultos no entendemos esto y suponemos que el niño está enfermo o que tiene hambre o sed; tal es nuestra inconsciencia. A medida que la nueva personalidad del niño se va formando, los yoes que vienen de existencias anteriores, van penetrando poco a poco en el nuevo cuerpo y cuando ya la totalidad de los yoes se ha reincorporado, aparecemos en el mundo con esa horrible fealdad interior que nos caracteriza; entonces, andamos como sonámbulos por todas partes; siempre inconscientes, siempre perversos. Cuando morimos, tres cosas van al sepulcro: 1) El cuerpo físico. 2) El fondo vital orgánico. 3) La personalidad. El fondo vital, cual fantasma se va desintegrando poco a poco, frente a la fosa sepulcral a medida que el cuerpo físico se va también desintegrando. La personalidad es subconsciente o infra consciente, entra y sale del sepulcro cada vez que quiere, se alegra cuando los dolientes le llevan flores, ama a sus familiares y se va disolviendo muy lentamente hasta convertirse en polvareda cósmica. En la esencia tenemos nuestras cualidades innatas, en la personalidad tenemos el ejemplo de nuestros mayores, lo que hemos aprendido en el hogar, en la escuela, en la calle. Es urgente que los niños reciban alimento para la esencia y alimento para la personalidad. La esencia se alimenta con ternura, cariño sin límites, amor, música, flores, belleza, armonía, etc. La personalidad debe alimentarse con el buen ejemplo de nuestros mayores, con la sabia enseñanza de la escuela, etc. Eso que continúa más allá del sepulcro es el ego, el yo pluralizado, el mí mismo, un montón de diablos dentro de los cuales se encuentra enfrascada la esencia, la conciencia, que a su tiempo y a su hora retorna, se reincorpora en el nuevo cuerpo físico, pues así como retornan los días, los meses, los años, todos retornamos en un nuevo cuerpo. La reencarnación de la esencia humana, empieza por la concepción. Resulta lamentable que al fabricarse la nueva personalidad del niño, se reincorporen también los yoes. Afortunadamente como hemos dicho, dentro del bípedo humano existe algo más, existe la esencia. Reflexionando seriamente sobre dicho principio, podemos concluir que éste es el material psíquico más elevado con el cual podemos darle forma a nuestra alma. Alma: Es el conjunto de virtudes, dones, facultades, leyes, etc. que deberíamos tener. Liberando la esencia creamos alma. Despertar la esencia es avivar la conciencia y la conciencia libre equivale a crear dentro de nosotros un centro permanente de conciencia que nos transforma auténticos seres humanos. Si todos despertáramos hasta el veneno de las víboras desaparecería, las guerras terminarían y el mundo sería un paraíso. Bibliografía: Educación fundamental, Gran rebelión, Psicología revolucionaria. Enviado por Instructor J. Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags. Y Loreto, Zac. Imagen: Tres Ángeles Niños. Bartolomé Esteban Murillo. 1617 - 1682 El hombre que no es afectado por los sentidos; ni por el placer ni por el dolor, éste es merecedor de vida eterna. Bhagavad Gita. Cap. 2. V15 Los Cinco Centros de la Máquina Humana C uando todo marcha en armonía y equilibrio en nuestro interior, el organismo humano funciona como una máquina perfecta, sus órganos y sistemas están dirigidos por el Sol del organismo o el corazón vivificante del cual dependemos los seres humanos, es indispensable también el buen funcionamiento glandular para vivir saludables. El ser humano ha inventado una gran diversidad de máquinas desde las más complicadas y difíciles, como la de los aviones, los autos, trenes, computadora, etc. hasta las más sencillas como las que tenemos en casa; máquina de costura, licuadora, teléfono, entre otras y sin embargo el hombre, siendo una complicada máquina no se sabe manejar o gobernar a sí mismo. El Bhagavad Guita hace mención a que somos un compuesto de cuerpo físico, ego o yo psicológico, órganos y funciones; una máquina movida por las Deidades cósmicas o planetas; muchas veces basta una catástrofe cósmica: un cometa que pasa, la Luna con sus acercamientos a la Tierra, el Sol que emite mayor energía, los eclipses, la cuadratura de las estrellas en el cielo o una oposición entre dos astros…, para que hagamos las guerras, se desate la violencia entre unos y otros, se produzcan o agraven enfermedades; más obviamente no es culpa de las estrellas, sino de nuestra psiquis subjetiva o de la idiosincrasia personal que transforma esas energías positivas en forma inversa, debido a que atraemos lo que internamente somos. Por ejemplo: del Sol recibimos la vida tanto física como espiritual y penetra en todos los niveles o reinos de la naturaleza y no hay discriminación para nadie, sin embargo, nosotros, los seres humanos transformamos esas fuerzas vitales para fortalecernos en aspectos negativos. Si una persona piensa, siente y actúa en forma positiva, lo mismo atraerá por ley de afinidad: el nivel del Ser atrae al Nivel de Ser, si somos tolerantes, respetuosos, comprensivos, nos sentiremos bien internamente y es lo que importa, porque hacer el bien beneficia más al que lo hace que el que lo recibe. En cambio, si somos violentos, iracundos, orgullosos, egoístas, tiranos…, provocaremos y atraeremos lo semejante: guerras, contaminación, muertes, robos, entre otros graves problemas a la sociedad, a la naturaleza, a nuestro entorno, a uno mismo y a la familia; es tiempo de descubrir en el mundo interior, con la auto-observación psicológica de momento en momento, cuáles son nuestros pensamientos, emociones, hábitos, costumbres, instintos, miedos, apetencias, etc., con la finalidad de comprender y eliminar esos obstáculos que nos impiden una buena relación, entre la consciencia, el cuerpo y el medio ambiente en que nos movemos y así vivir más conscientes, felices y con tranquilidad. El hombre máquina nace con un 3% de consciencia o esencia libre y el resto embotellado en el ego o yo psicológico, sin embargo, este 3% de esencia o consciencia libre solo se manifiesta en los primeros años de la infancia, lamentablemente cuando vamos creciendo como adultos, ésta también se va encerrando en los defectos psicológicos. La esencia es valiosísima porque en ella se hallan depositados los principios básicos de la regeneración del ser humano: la sabiduría, el amor, la voluntad y otros muchos poderes o facultades despiertas. Los cinco centros de la máquina humana aunque se penetran mutuamente, cada uno de ellos se ubica en un punto de nuestro organismo humano. El centro de gravedad del intelecto se encuentra en el cerebro, el de las emociones reside en el plexo solar, el centro del movimiento se halla situado en la parte superior de la espina dorsal, la sede del instintivo en la base inferior también de la espina dorsal y el centro sexual tiene su raíz en los órganos creadores. Cada uno de ellos tiene funciones específicas y definidas. Centro Intelectual. Corresponden a este centro: el razonamiento, el estudio, los conceptos, la comparación, la fantasía, las teorías, el análisis, la memoria, los dogmas, las creencias, los fanatismos y todo lo que tenemos almacenado en la memoria. El centro intelectual es un instrumento que debemos aprender a usar en forma consciente. Al auto-observar los pensamientos que van surgiendo, iremos descubriendo la calidad de cada uno de ellos. Centro Emocional. Está íntimamente asociado con emociones y sentimientos de diversa índole: dolor, alegría, tristeza, melancolía, euforia, odio, ira, venganza, egoísmo, miedo, auto-compasión, son tan sólo algunas de ellas. Nosotros gastamos la energía que produce éste cilindro en abusos de emociones negativas que produce la televisión, el cine, la literatura pornográfica, las redes sociales, la prensa, la música ultra-moderna, el boxeo, el toreo, peleas entre animales y otras actividades, así como en la crítica, la maledicencia, los rumores, la mentira, los temores, celos, la ira y un desfile de muchos otros defectos. Centro Motriz o movimiento. Nuestros hábitos equivocados, las malas costumbres y los vicios pertenecen a este centro, los cuales debemos descubrir y comprender a fondo con la finalidad de ser conscientes de nuestros actos. No debemos permitir que nuestra vida continúe desenvolviéndose mecánicamente. Diariamente, a cada momento, repetimos sucesos, escenas, hábitos, costumbres, errores y si en verdad queremos conocernos a sí mismos y cambiar internamente, debemos comenzar por observar nuestras reacciones mecánicas ante todos esos pequeños detalles en nuestra vida cotidiana, lo que decimos, hacemos, pensamos y sentimos. Centro Instintivo: Los instintos como el de conservación y el sexual, así como el maternal y paternal, corresponden a este centro, sin embargo, también en el fondo de todo ser humano existen fuerzas subconscientes e infra-conscientes, inclinaciones brutales como el sentido criminal. Las funciones instintivas de éste centro consisten en hacer marchar correctamente cada uno de nuestros órganos. Centro Sexual. Es definitivo para la vida del ser humano, no solo es encargado de producir la energía sexual para la reproducción de la raza, sino que es indispensable para la vida de las células y la salud del cuerpo físico, el equilibrio psicológico y especialmente para lograr el estado superior del hombre y de la mujer. Lamentablemente existe desequilibrio en nuestros cinco centros debido al abuso que hacemos de ellos y como consecuencia vamos debilitando los cuerpos internos y finalmente al organismo planetario, con el resultado de contraer diversas enfermedades, así como la pérdida de energía e impulsos o anhelos para continuar en el camino de la revolución de la consciencia. Mejoramos la calidad de nuestra vida y la prolongamos si logramos el equilibrio de estos cilindros, evitando el desgaste innecesario de ellos, usar el sentido común, por ejemplo: si hemos estado frente a la computadora por horas, ya estamos desgastando el centro intelectual, por otra parte, nuestra mente cambia constantemente sometida al batallar de los opuestos y como consecuencia se producen emociones e instintos negativos como temores, deseos, ira, odio, venganza y otros muchos sentimientos y acciones negativas; si vemos una hermosa casa nos llega el deseo de poseerla y al no obtener lo deseado sentimos ira, frustración y envidia, o bien podemos creer que teniendo dinero seremos felices y sin embargo hay muchos ricos que son infelices y no están libres del sufrimiento. Cada determinado tiempo debemos poner en actividad otro cilindro, puede ser: escuchando unos momentos música clásica o bien realizar una pequeña relajación o meditación, realizar algunos ejercicios físicos, salir a caminar, realizar alguna labor social o algo que le guste hacer. Debemos practicar la no identificación, vivir el momento, ubicarnos en el lugar y espacio presente, sin pasado ni futuro. Es cierto también que el yo psicológico ejerce control de la máquina humana, los defectos riñen entre sí por tener el mando de los cinco centros, posteriormente ese yo es desplazado por otro y así sucesivamente, dependiendo de las impresiones que lleguen y de las diferentes circunstancias de la vida, es necesario comprender las acciones y reacciones de cada uno de éstos cinco centros inferiores. Cuando logramos eliminar los agregados psicológicos de la máquina humana, ésta funcionará a la perfección y quedará al servicio del Ser. Bibliografía: Tratado Esotérico de Astrología Hermética. Cap. XI Lección de Acuario. Educación Fundamental. Cap. XXXV Matrimonio Perfecto. Cap. 14. Enviado por: Instructora María Guadalupe Licea Rivera. San Luis Potosí, S.L.P. Imagen: Escultura: El Discóbolo. Mirón de Eleutera. 450 a.C "Necesitamos preparar los centros inferiores de nuestro organismo para recibir las ideas y fuerza que vienen de los centros Superiores." Samael Aun Weor. Tratado de Psicología Revolucionaria. La Oración L a doctrina gnóstica tiene como finalidad la regeneración humana. Innumerables mensajeros, avataras, maestros, han entregado, en el transcurso de la historia, las claves secretas para transformar al ser humano, y en la actualidad están siendo develadas ante el asombro y perplejidad de la mayoría. La regeneración humana no significa “ser mejores”, tampoco se concibe como “desarrollo humano” ni “crecimiento personal”; más bien implica una transformación radical y profunda que se puede llevar a cabo a través de tres factores: observación, juicio y ejecución. Regenerar es volver a generar, desde la simiente o semilla, desde el origen. Es costumbre de los médicos practicar un diagnóstico para detectar por ejemplo un tumor, observar sus características y después diferenciar, analizar y disgregar aquello que es ajeno o extraño a la naturaleza del organismo, para finalmente extirparlo. Así también, a través de la auto observación es posible descubrir la esencia original, el alma, que ha sido sepultada por elementos inhumanos y hacer la diferencia entre lo que es auténtico y lo que se ha agregado a la psiquis. El auto descubrimiento y la auto revelación se logran mediante la convivencia con los semejantes, cualquier incidente de la vida es suficiente para revelar a un actor íntimo que ocasiona dolor, malestar, incomodidad, frustración, enojo, envidia, etc., siempre y cuando esté presente el estado de alerta percepción o alerta novedad; entonces prosigue el segundo factor, el enjuiciamiento, donde el “yo” es descubierto en la mente, el corazón y el sexo, en profunda meditación. Un yo de lujuria podría manifestarse como amor en el corazón, como un ideal en la mente y como excitación morbosa en el sexo. Finalmente viene la ejecución, en vano sería el trabajo de la autoobservación y del juicio si no hay eliminación, para lo cual es indispensable la oración, pero: ¿Qué es la oración? ¿Se debe pedir algo? ¿Cómo se ora? A Dios generalmente se le pide ayuda, dinero, oportunidades, alivio para las penas, amor de los semejantes, reconocimiento…, no siempre se tiene claridad en la oración y generalmente se confunde oración con petición. La oración no es necesariamente una petición, puede ser también un ofrecimiento. Orar es platicar con la divinidad y en este caso, la oración a la Madre Divina es indispensable para ofrecer el sacrificio voluntario de la comprensión de yoes que viven en la mente, el corazón y el sexo y suplicar la liberación del alma. Este tipo de oración es transformadora, permite lograr felicidad auténtica, porque alguien podría pedir dinero, o amor, pensando en que al obtenerlos será feliz, y sin embargo, aun poseyéndolos, es desdichado porque la codicia no lo deja en paz, la inseguridad de que le roben le provoca miedo; los celos le atormentan, el deseo le corroe… La Madre divina particular posee sabiduría, amor y poder para disolver los agregados a la psiquis que han sido comprendidos previamente. La oración auténtica va más allá de un simple rezo mecánico, se requieren palabras naturales y sencillas, nacidas del corazón sincero, así como un niño pequeño sabe decir, preguntar, pedir, sin fórmulas exactas. Muchas escuelas pseudo ocultistas y pseudo espiritualistas buscan vencer al dolor y al sufrimiento con declaraciones, oraciones mentales, prácticas superficiales…, ignoran que existe un poder superior a la mente: Dios Madre en nuestra intimidad, quien tiene la facultad para realizar verdaderos cambios en la psiquis, y, por lo tanto, fracasan en su intento y pierden lamentablemente su tiempo. La mente no puede cambiar a la mente, el yo no puede disolver al yo. Solo la madre Divina particular, como parte de nuestro propio ser, pero derivado, tiene esa capacidad. Por ello es indispensable orar, platicar con Dios. Los pueblos antiguos veneraron al eterno principio femenino como Isis, Insoberta, María, Tonantzin, Rea… Las declaraciones positivas y las buenas intenciones no logran la regeneración ni los cambios de fondo. Repetirse a sí mismo “no me enojaré”, “seré paciente”, “dejaré el vicio”, “seré mejor”, “amaré a mis semejantes” no logran la transformación, no funcionan, porque son solo frases, palabras en la mente que en cualquier momento son desplazadas por otros pensamientos, mientras que los yoes continúan existiendo. Cuando el adepto, con buena voluntad se entrega a la meditación y a la oración, puede tener la dicha de alcanzar el éxtasis, entonces el alma logra escaparse por algunos instantes de la mente y penetrar en el mundo espiritual. El alma en oración, en éxtasis, puede platicar directamente con la Madre divina o con los seres divinos. Una buena oración requiere plena concentración y la integración de los tres cerebros en uno solo: el intelectual, el emocional y el motor-instintivo-sexual. Si el intelecto está pensando e inclusive pidiendo por algo en especial, pero las emociones sienten por su parte y el cerebro motor- instintivo- sexual está ocupado o concentrado en aspectos físicos o sensuales, entonces no se concreta la oración. Se requiere la integridad del ser humano para lograr la oración consciente. Acallar los pensamientos hasta que la mente sea como un lago apacible y cristalino. La oración es poderosa cuando se acompaña del fuego. Una vela encendida con gran devoción atrae a la divinidad. Antiguamente se le rindió culto al fuego y éste siempre acompañaba las oraciones de los devotos, por eso es recomendable acompañar con el fuego la oración. “Los Dioses santos son verdaderos ministros del fuego”. La oración desarrolla el chacra del corazón. El maestro Samael cita el caso de José de Cuppertino quien “se elevó por los aires setenta veces y este hecho mágico, que sucediera por allá en el 1650, fue el motivo por el cual fue canonizado. Es indudable que tenía desarrollado el centro del corazón. Cuando un cardenal le interrogó, le dijo: "Bueno, ¿Por qué en el momento en que Ud. se va a elevar estando en oración, lanza un clamor?". Entonces él contestó: "La pólvora, cuando se inflama en el arcabuz, estalla con gran ruido, lo mismo le sucede al corazón inflamado por el Divino Amor". La oración a la Madre interior, individual debe realizarse con mucho fervor, clamando con sinceridad e introvertiendo los defectos psicológicos que han sido comprendidos para que ella, quien es la única que tiene el poder de desintegrarlos, los elimine y así lograr la auténtica regeneración humana. Enviado por Susana M. Rodríguez Licea. Comisión de Eventos I.C.Q. Imagen 1: La Transfiguración de nuestro señor. Rafael. 1520. Imagen 2: La Virgen sobre la luna creciente. Alberto Durero 1496 – 1522 "Orar es platicar con Dios. Nosotros debemos apelar a Dios Madre en Nuestra Intimidad, si es que en verdad queremos desintegrar 'Yoes', quien no ama a su Madre, el hijo ingrato, fracasara? en el trabajo sobre si? mismo."Samael Aun Weor. “Tratado de Psicología Revolucionaria.” La Meditación. L a meditación es el pan diario del sabio, así afirman los grandes maestros y en todas las culturas, ¿Qué podríamos nosotros hacer para realizar en lo más posible una perfecta meditación?, indudablemente la relajación es fundamental, hacernos sensibles y conscientes de lo que sucede en nuestro cuerpo físico. ¿Cómo podríamos iniciar entonces? Nuestro venerable Maestro, Samael Aun Weor, nos dice en varias obras, cómo podríamos lograr una relajación adecuada para nuestras prácticas y ejercicios, como ese fuego del espíritu santo que hace trabajar los chakras internos, al cual se refiere en el libro Magia Crística Azteca: Acostado en su lecho, en decúbito dorsal, relaje todos los músculos de su cuerpo, desde la punta de los pies hasta la cabeza, y ponga su mente en silencio por unos diez minutos. A continuación, imagínese que por su glándula pineal, situada en el interior del cerebro, casi en medio del mismo, descendiendo del cielo, entra en su cuerpo el fuego sagrado del Espíritu Santo y vitaliza al chakra maravilloso de esta glándula, el cual resplandece en sus doce dorados pétalos centrales teniendo como fondo infinidad de pétalos que parecen rayos de luces multicolores de un loto maravilloso, y lo pone en movimiento, de izquierda a derecha, como rehilete de fuego. Este ejercicio debe durar media hora y debe usted hacerlo antes de quedarse dormido. Considero que este sistema de relajación puede realizarse para una buena meditación, recomendaríamos realizar esta práctica con el estómago en reposo, es decir preferentemente sin haber tomado alimentos previos a esta práctica. Realizarla con los ojos cerrados para evitar todo tipo de distracciones visuales; si las hubiera, corresponderá a la práctica de quien realiza el ejercicio, su dominio. Podría utilizarse música clásica, los sonidos de la naturaleza o bien algún mantram, además de una ropa cómoda que le permita relajarse adecuadamente. Puede realizarse en cualquier lugar, apto para la introspección sin interrupciones. Generalmente si no se está acostumbrado a la relajación, puede haber diferentes reacciones, como un pequeño picor en alguna parte del cuerpo, comezón, una leve distensión de un tendón o músculo, pero en natural. Puede incluso llegar a sentir que saliva más de lo normal, pero esto es solo porque no se había percatado antes de las funciones del cuerpo sensibilizado, simplemente de su organismo en estado de relajación, que conforme la practique, se hará cada vez más consciente de otro tipo de sensaciones naturales. Realmente es maravilloso ir descubriendo todas esas percepciones, las cuales se trascenderán en algún momento, en cuanto el individuo comience a percibir la activación de los chakras o centros energéticos internos, así como la sensación de percibir el sonido de la nota clave resonando en las celdillas del cerebro o bien percibiendo el sonido y ritmo del corazón. Todas estas apreciaciones serán previas al trabajo psicológico místico, trascendental y analítico de la comprensión. Diariamente se ha de procurar realizar esta profunda relajación, imaginando el fuego del espíritu santo descendiendo y tocando cada chacra para una perfecta concentración y así llegar a encontrar la raíz de nuestra meditación. Sería lo fundamental para iniciar el trabajo diario de adquirir el pan de los sabios. Resumiendo, diríamos que iniciamos con la relajación y continuamos con la concentración de la cosa en sí. La meditación reviste cuatro fases: Asana: (Postura del cuerpo físico). El cuerpo debe quedar en posición absolutamente cómoda. Y así practicar la relajación todos los días. Dharana: (Concentración). Debemos apartar la mente de toda clase de pensamientos terrenales. "Los pensamientos terrenales han de caer muertos ante las puertas del Templo". Hay que concentrar la mente únicamente adentro... en nuestro Íntimo. Dhyana: (Meditación). El discípulo debe meditar en esos instantes en el íntimo. El Íntimo es el espíritu. "Recordad que vuestros cuerpos son el Templo del Dios vivo, y que el Altísimo mora en nosotros". El discípulo debe adormecerse profundamente; tratando de conversar con su íntimo. Samadhí: (Éxtasis). Si el discípulo ha logrado adormecerse meditando en su Íntimo, entonces entra en el estado de Samadhy, y puede ver y oír cosas inefables, y conversar con los Ángeles familiarmente. Así es como despierta la conciencia de su letargo milenario. Así es como podemos adquirir verdadera Sabiduría Divina, sin necesidad de dañar los poderes de la mente con el batallar de los razonamientos, ni con el vano intelectualismo. La meditación es el pan diario del sabio. Esperando que el fuego del espíritu santo les inspire para realizar esta práctica, les enviamos un fuerte abrazo y una muy feliz navidad. Ismael Moreno Luna. Comisión Calmecac. María y el Niño Jesús. Adriaen Isenbrant. 1530-1540 "Quien quiera conocer todas las maravillas de la naturaleza, debe estudiarlas dentro de sí mismo." Samael Aun Weor El Nivel de Ser D ijo el Zaratustra de Nietzsche: “La vida del hombre es una cuerda floja tendida entre el animal y el super hombre”. Hay peligro en cruzar al otro lado, en detenerse, en voltear a ver hacia atrás. Esta cuerda floja se tiende sobre un abismo, hacia el SER, hacia lo que ES. El abismo es la ilusión, la fascinación, el sufrimiento, la atadura a la vida condicionada, al infinito número de nacimientos y muertes en la rueda del Samsara. Moisés subió al monte Sinaí guiando al pueblo de Israel en su éxodo y en la cima se postró ante la zarza ardiente, ante la presencia misma de Dios, a quien preguntó por su nombre; más Dios dijo a Moisés: les dirás YO SOY me ha enviado a vosotros, SOY EL QUE ES. El ser humano duerme en un cotidiano subconsciente, fascinado con la creencia en la existencia propia, inmerso en las preocupaciones del día a día, entre la lucha por la vida, entre tragedias, comedias, romances y preocupaciones. Así damos certeza total al mundo en el que se desenvuelve nuestro YO, nuestro ego, formado por miles de estructuras psicológicas que personifican al miedo, al deseo, la ira, el orgullo, inseguridades, hondos sentimientos de inferioridad, temores, egoísmo y a todo tipo de metas materiales ilusorias. De esta forma nuestra dura existencia en el mundo tridimensional se vuelve más y más mecánica. Nuestro mayor éxito y alegría, así como nuestro peor dolor y fracaso, son pasajeros y siempre generan frustración. Esta identificación nos aleja, nos distrae, nos duerme en el camino. Nuestro nivel del SER representa lo que nos acerca –o nos aleja– del absoluto, de Dios. Apenas contamos con una fracción de conciencia libre que en gnosis llamamos la ESENCIA, nuestros valores reales: la compasión, el perdón, la conciencia objetiva libre de sentimentalismos o auto engaños. El nivel del SER se extiende desde el animal, la bestia, el hombre, un ángel o un demonio, es ese punto matemático donde nuestra existencia se cruza en la línea horizontal de nuestro material día a día, con la línea vertical de nuestro interior. La que nos acerca a la liberación, al reino de los cielos que prometió Jesús; o nos lleva hacia el infierno, las regiones sumergidas. El nivel del SER no es un punto fijo, un punto estático, sino que cambia constantemente en la medida en que reaccionamos en el mundo, ya sea con consciencia o con nuestro ego. En un momento del día reaccionamos identificándonos con los eventos de la vida y actuamos con miedo, con ira, con deseo. Pero si al siguiente minuto nos auto comprendemos, hacemos un alto en nuestra turbulenta mente y emociones y anteponemos la compasión, el auto control, entonces tenemos un nivel del ser diferente. Esto pasa porque carecemos de un centro de gravedad permanente; lo que creemos que son nuestros valores, es una ilusión, una mentira de nuestro propio yo. Soñamos con grandes experiencias místicas, realizamos esta o aquella práctica o ejercicio espiritual cuando nuestra realidad interior es completamente diferente, cuando nuestro nivel del SER es opuesto a lo que creemos de nosotros mismos o creemos hacer. En un momento somos compasivos y castos, al momento siguiente todo lo contrario. La vida cotidiana, nuestro estado psicológico de instante en instante y el cómo reaccionamos ante las impresiones de nuestro ajetreado diario vivir, es el único lugar, aquí y ahora, para lograr despertar nuestra dormida conciencia. En el mundanal y tormentoso día, en donde la preocupación por el dinero y por el sexo es nuestro polo norte, es el instante preciso cuando debemos lograr ese centro de gravedad permanente, nuestro verdadero nivel del SER, que representa valores auténticos, espontáneos, que se niegan a sí mismos (no son vanidad de vanidades) y que surgen de la eliminación de nuestras taras y defectos psicológicos El recuerdo de sí y la auto observación psicológica de instante en instante son las herramientas imprescindibles. La meditación, el auto psicoanálisis al final de cada día sobre los errores que pasamos por alto en el diario vivir, o que no comprendimos, o que nos abrumaron, son todo un sentido necesario de desarrollar, son nuestro sexto sentido dormido. De lo contrario, viviremos una espiritualidad, un misticismo “enlatado” tan conveniente como superficial, por cuanto alejado del SER. Es sencillo volverse ilusos en esa cuerda floja del SER, ya para los que pregonan la voluntad de poder y de dominio, porque no existe meta al otro lado de la cuerda floja; como para el místico en busca de salvación y grandiosidad personal. Ambos son solo otro fantasma más. Enviado por: Dr. Rafael Merazo. Colaborador avanzado, El Salvador Imagen: Escalera de Jacob. William Blake. 1805 “El Nivel del Ser es lo que cuenta y esto es Vertical; nos hallamos en un escalón, pero podemos subir a otro escalón...” “Psicología Revolucionaria” (La Escalera Maravillosa) Samael Aun Weor La Auto Observación E stimados lectores de nuestra revista, en esta ocasión nos corresponde tratar el tema sobre la auto observación psicológica del mí mismo. Es claro que la base de nuestro trabajo esotérico es precisamente el que nos estemos auto observando de instante en instante, de momento en momento, vivir en alerta novedad, en alerta percepción. El sentido de la auto observación psicológica es una facultad de nuestra conciencia, nada tiene que ver con el ego, el ego jamás se puede auto observar a sí mismo; solo con la claridad conceptual que nos da la conciencia a través de la auto observación, es posible comprender nuestros distintos defectos psicológicos; esta práctica psicológica está más allá de nuestros pensamientos, más allá de nuestras emociones, más allá de nuestro intelecto; si queremos un avance real en nuestro despertar espiritual, es imprescindible intensificar esta facultad maravillosa de nuestra conciencia. El Maestro Samael afirma que tenemos apenas el tres por ciento de conciencia despierta, libre del ego, es claro que de ese tres por ciento de conciencia libre, corresponde un uno por ciento a nuestro cerebro intelectual, otro uno por ciento a nuestro cerebro emocional, y el otro uno por ciento a nuestro cerebro motor instintivo sexual. Tenemos tres cerebros, tenemos tres por ciento de conciencia libre, este escaso porcentaje libre nos permite la auto observación psicológica de dichos cerebros; mismos que a su vez controlan los cinco cilindros de nuestra máquina humana. Si nos auto observamos durante el día, facilitamos nuestro trabajo en la meditación, si queremos meditar correctamente, si queremos avanzar, debemos observar nuestra mente durante la práctica de la meditación, solo así descubriremos sus más íntimos mecanismos, si queremos ser serios en el trabajo, insisto, debemos observar cómo funciona nuestra mente durante la meditación, entonces tarde o temprano nos daremos cuenta que nuestra mente funciona en base a las reacciones por impresiones externas, al ego centrismo y al dualismo intelectual; que todo pensamiento tiene una polaridad positiva y negativa al mismo tiempo, que toda estructura mental se fundamenta en la dualidad, bueno, malo, blanco, negro, luz, tinieblas, ganancia, pérdida, éxito, fracaso, afirmación, negación, vida, muerte, etc. Cuando la procesión de pensamientos deja de fluir, es porque nuestra mente se aquieta, entonces es cuando podemos llegar a experimentar distintos grados de iluminación interna, como por ejemplo, revisar algunas de nuestras vidas pasadas, entrar en contacto con maestros de la blanca hermandad, tener visiones a futuro, tener acceso a los registros akáshicos de la naturaleza, revisar el proceso de nuestro planeta y de sus razas humanas, lograr una comunicación con los seres del espacio a nivel de telepatía, etc. Mas sin embargo, para conocer los mundos internos del universo, debemos comenzar por conocer nuestros propios mundos internos, esto es posible cuando intensificamos la auto observación de nuestra mente durante la meditación, antes de la práctica es conveniente realizar unos quince minutos de pranayamas, es decir, ejercicios de respiración para transmutar nuestras energías creadoras y otros quince minutos de mantrams para activar los chacras de las glándulas pineal y pituitaria, o bien una media hora de mantrams; estos ejercicios previos a la meditación ayudan mucho en combinación con la observación de nuestra mente a interiorizarnos profundamente, entonces llega a acontecer que podemos ir más allá del intelecto y sumergirnos sin perder el estado de auto observación al interior de nuestra propia mente, en forma consciente, entonces vamos a observar diversas formas de la misma, varias imágenes que ésta nos proyecta, en un principio no sabremos interpretar esas formas o imágenes, pero de cualquier manera ya estaremos en el primer escalón de la iniciación que es la imaginación, llegar a esta etapa implica que vamos a observar de manera consciente las distintas imágenes que nos proyecta nuestra mente, aunque de momento no las vamos a entender. Posteriormente, después de meses de trabajo intenso, podremos observar la procesión de representaciones a plena conciencia, sumergidas dentro de nuestra propia mente pero en un estado de emoción superior misma que nos permitirá comprender el hondo significado de dichas imágenes, entonces, sabremos identificar plenamente qué es lo que estamos viendo, seremos capaces de observar en éxtasis alguna estructura mental fundamentada en la dualidad intelectual o bien, observar la íntima manifestación de un defecto psicológico y la manera cómo afecta nuestra vida en el mundo terrenal, la auto observación de sí mismos debe ser tan profunda que incluso, debemos ser capaces de observar nuestros defectos actuando psicológicamente en los distintos centros de nuestra máquina humana, antes y durante la meditación, recordemos que tenemos 49 niveles del sub consciente. La comprensión de cualquier agregado psicológico a niveles muy profundos la podemos hacer en estos estados de iluminación interior durante nuestra auto reflexión intima del Ser y con orden; comenzando por la parte mental y luego la parte emocional; después los demás centros. Aquí ya no interviene el intelecto, es nuestra conciencia la que está procesando la comprensión de cualquier representación de nuestra mente, estructura psicológica o defecto en cuestión. Esta es la segunda etapa de la iniciación que se llama inspiración. Con el conocimiento inspirado podemos comprender al ego en su más profundo significado. Y bueno, para más adelante ascender al tercer nivel de la iniciación, que es la intuición, esta tercera etapa implica que cuando estemos en nuestra meditación interna frente a algún defecto psicológico observándolo a plena conciencia y ya comprendido en su más hondo significado, es cuando debemos invocar a nuestra madre divina Kundalini, fuego eléctrico trascendental, pedirle que nos elimine ese defecto, entonces ella se encargará de quemar tal defecto psicológico previamente comprendido; en estado intuitivo observaremos cómo es desintegrado tal demonio interior con la fuerza de la espada flamígera, podremos apreciar en éxtasis místico trascendente la liberación de una fracción de conciencia mientras el defecto muere, así vivimos la tercera etapa de la iniciación conocida como intuición, cada etapa implica un mayor esfuerzo, una mayor capacidad de auto observación durante la meditación, la auto observación nos ayuda a optimizar nuestro trabajo en los tres factores de la revolución de la conciencia, la auto observación nos ayuda a cometer menos errores en el factor nacer, es decir, la transmutación de nuestras energías creadoras, y en el factor sacrificio por nuestros semejantes, al ser más conscientes de nosotros mismos, seremos más conscientes de la humanidad y de sus males. Como podemos ver, la auto observación psicológica de sí mismos es fundamental, es la base de nuestro trabajo esotérico, podemos equilibrar nuestros tres cerebros, los cinco cilindros de nuestra maquinaria humana, hoy pensamos de un modo, sentimos de otro y hacemos algo diferente a lo que pensamos y sentimos, no hay orden dentro de nosotros, no hay equilibrio interior, con trabajo interno pensamos, sentimos y actuamos de la misma manera, con equilibrio interior podemos generar un nuevo tipo de fuerzas vitales, astrales, mentales volitivas, conscientivas y hasta espirituales que nos pueden ayudar a realizar plenamente todo lo que he expuesto líneas arriba, todo esto es posible partiendo de la correcta auto observación psicológica de nuestra mente. Dicho está que el hombre es lo que piensa, necesitamos del despertar de nuestra conciencia a través de la muerte psicológica, solo así podremos conquistar diversos grados de la razón objetiva simbolizados por los cuernos de la escultura de Moisés cincelada por Miguel Ángel en Roma, Italia. ¡Amigos!, para avanzar en el trabajo interno es mejor meditar una hora por lo menos en la mañana y otra hora por la noche, los tiempos se acortan, el juicio a las naciones lo tenemos a la vista. Bueno estimados lectores, hasta aquí mis reflexiones para todos ustedes, esperando que la luz del Cristo sea manifiesta en nuestros corazones. Fraternalmente, Virgilio Cuautle Roldán. Instructor gnóstico de Nochistlán, Zacatecas. Imagen: Conócete a ti mismo – Jóvenes entre el vicio y la virtud. Jacob Jordaens (1593-1678) “La meditación resulta fundamental cuando sinceramente queremos el cambio, en modo alguno deseamos la meditación intrascendente, superficial, vana.” “Quien no sabe meditar, el superficial, el intonso, jamás podrá disolver el ego, será siempre un leño impotente entre el furioso mar de la vida” (Samael Aun Weor). El Ego o “Yo” Psicológico L a mayoría de la gente piensa que ellos son – literalmente – el cuerpo físico y no se les puede culpar. Desde su nacimiento se les bautizó con un nombre y desde ese día, relacionan ese nombre con dos cosas: las emociones que sienten y el reflejo de la imagen que observan en el espejo. Por consiguiente, cada vez que alguien pregunta “¿Quién tiene hambre?” o “¿Quién toca a la puerta?”, pues la contestación es siempre la misma: “¡Yo!” Y como el mismo concepto de “Yo” está tan íntimamente relacionado con lo que la persona siente, pues el cuerpo también le sirve a la psiquis como un punto de referencia para identificar el origen donde se manifiestan las emociones. Si por ejemplo la persona se siente herida, dice “[Yo] estoy deprimido”, si está enamorada dice “[Yo] estoy enamorada”, si ha pasado por un mal momento dice “[Yo] tengo coraje”, si la alaban dice “[Yo] me lo merezco”, si está feliz dice “hoy es el mejor día de mi vida”, y así ad infinitum, para cualquier emoción. Siempre hay algo que relacionar con el “Yo” y el hecho de que la persona relacione el concepto de “Yo” con su cuerpo físico es tan impactante para la psiquis que hasta los ademanes de expresión buscan guiar la atención de todo el que le rodee, en su cuerpo, pues como dijimos, es el cuerpo lo que considera el “mí mismo”. Cuando el jugador de balompié hace un gol, levanta las manos y se golpea el pecho como quien dice “¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!”; el penitente se da de golpes en el pecho como diciendo “Yo… Yo… Yo…” y hasta para consolar a otros, vemos que muchos ponen su mano sobre su pecho, para decir “[Yo] estoy contigo”. E interesante resulta que el concepto de “Yo” siempre se relacione con el corazón. Siempre que hay una referencia al mí mismo nos apuntamos al corazón, símbolo universal de la caridad y de la fuerza del amor. ¿Cuándo hemos visto a alguien decir “¡Soy Yo!” mientras se apunta a un hombro? ¿O a una rodilla? ¡Pues nunca! Sin embargo, nadie dice “yo soy el corazón”, igual que nadie dice “yo soy el pie”. Aunque intuitivamente reconozca que su centro está en el corazón, el “Yo” siempre se asocia a sí mismo con la totalidad de la máquina humana como una unidad integral y esto, ha creado un efecto negativo en la psiquis, pues el “Yo” yace convencido de ser siempre “uno”; pero esto es una falacia del “mí mismo”. No toma mucho esfuerzo hacer varios momentos de auto-observación en un día para darse uno cuenta de que todos tenemos un “Yo conductor” que se encarga de conducir el automóvil, mientras el “Yo preocupado” piensa en los problemas de la casa para ser interrumpido indiscriminadamente por el “Yo juez” que siempre sabe a quién culpar. Todos tenemos el “Yo compro” que deambula por el supermercado mientras el “Yo tecnológico” se encarga de estar pendiente al móvil mientras el cuerpo se desplaza de aquí para allá. Y ni se diga el “Yo hermoso” que se mira a diario en el espejo y que no sale de la casa hasta que el “Yo del deseo” certifica que nos vemos “deseables” lo suficientemente para salir de a la calle. Podríamos hablar de muchos más yoes, pero el propósito de este escrito no es el de enumerarlos, sino de comprender qué es este concepto que llamamos “Yo”. Cada “Yo” en sí mismo es divisible y su naturaleza es la de separar y dividir creando emociones de cólera, lujuria, codicia, envidia, gula, pereza, y orgullo. Por consiguiente, el “Yo” por definición es un “diablo”, y esto lo decimos sin buscar escandalizar y sin fanatismos religiosos de ninguna clase. La raíz de diablo (diábolos) ha sido atestiguada en griego por lo menos en el s. V a.C., por lo que resulta ser mucho más antigua que el cristianismo y vale notar, que no fue hasta siete siglos más tarde que la iglesia del s. II d.C. comenzó a usar esa palabra para denominar al “espíritu del mal”. En el sentido más estricto de la palabra, un “diablo” es el “calumniador”, el que “tira mentiras” y el “tira una persona contra otra” y eso es exactamente lo que hace cada uno de nuestros defectos de tipo psicológico. Así que esto es lo que nuestros Yoes son: agentes psicológicos que se multiplican, que causan desacuerdos, crean hostilidades, rompen matrimonios, injurian, atropellan, abusan, matan, roban, incitan, seducen, despilfarran, malgastan, critican, enjuician, desean, tienen miedos, etc. Nuestros Yoes simplemente son diablos hijos del abuso de nuestra propia fuerza creadora, existen en nuestra tierra psicológica y utilizan TODAS las funciones del cuerpo físico para expresarse. Podríamos argumentar que de la misma forma también existen “Yoes buenos”; otros valores en sí mismos que buscan cooperar, ayudar, servir, y sacrificarse por los demás, pero estos yoes son también de cuidado, pues ¿cuántas veces nuestro “Yo caritativo” le sirve a otros, pero nos sentimos aludidos si no nos dan las gracias? ¿Cuántas veces el “Yo altruista” ayuda a otros, pero nos molestamos cuando no nos ayudan? ¿Cuántas veces el “Yo humanista” va y “hace el bien”, pero cuando los resultados se materializan decimos: “eso no fue lo que quise decir” o “no esperaba que eso sucediera” o “no esperaba que reaccionaras así”? Siempre encontramos una parte nuestra que busca del reconocimiento, del alabo y el elogio; por el eso es que el Maestro Samael dice: “tras el incienso de la oración, se esconde el delito.” Nuestros Yoes son agregados psicológicos y son un conjunto de valores; algunos positivos y algunos negativos, y nuestra meta como estudiantes de Gnosis es la disolución total del Yo. Pero esto le choca a muchos y dicen “y si elimino todos mis Yoes, entonces ¿Qué queda? ¿Dónde quedo ‘Yo’?”. La contestación es simple: “Lo que queda es la plenitud”. Lo que nos interesa es precisamente lo que existe dentro de cada “Yo”, pues atrapado en cada agregado psicológico existe un fragmento de nuestra consciencia. En la Gnosis se le llama la “esencia” y ésta es el material psíquico más puro y divino que existe en cada uno de nosotros, es el fundamento principal para cristalizar un alma de tipo solar (brillante y resplandeciente) y nuestro trabajo al vivir la vida como un “trabajo iniciático” es el de liberar cada uno de esos fragmentos eliminando cada aspecto al que podemos llamar “Yo”. Cada vez que logramos vencer en la batalla interna uno de esos muchos Yoes diablos, su destrucción permite la liberación de cierto porcentaje de consciencia que éste ha tenido atrapada y, como resultado, a más defectos eliminamos, más esencia liberamos y más conciencia queda despierta. Y este esfuerzo vale la pena considerarlo: si hoy día la humanidad vive con escasamente un 3% de consciencia libre y somos capaces de llevar hombres al espacio, de crear naves con la capacidad de visitar planetas vecinos, y hasta desarrollar la tecnología que disfrutamos, ¿Cuánto más y mejor no haríamos todas estas cosas con un 50% de consciencia despierta? El trabajo de la eliminación requiere primero del esfuerzo de la auto-observación para poder descubrir el defecto. Una vez tal o cual Yo diablo ha sido descubierto, tenemos que estudiarlo y analizarlo. Hay que comprender cómo nos afecta nuestra forma de pensar, cómo nos afecta las emociones, nuestros hábitos, y hasta cómo nos afecta cuando nos roba nuestra fuerza creadora. Si por ejemplo andamos en el trabajo y sentimos “celos profesionales” porque el jefe ha promovido a otro en vez de a nosotros, hay que observar nuestros pensamientos y comprender que el proceso de pensar se ha tornado ilógico. ¿Por qué sentir la necesidad de atacarle, criticarle o enjuiciar la calidad de su trabajo si es nuestro amigo? También hay que comprender que el flujo de nuestras emociones se ha tornado negativo: ¿Por qué sentir rabia o envidia, si es nuestro amigo? ¿Cuándo fue que decidimos afligirnos por los logros y los beneficios de los demás? Por último, hay que comprender que nuestros hábitos se convierten en aquellos de un autómata: ¿Estamos experimentando cierta histeria nerviosa?, o acaso ¿Estamos caminando de un lado a otro, sin rumbo alguno consumiendo el centro motor? ¿Estamos rechinando los dientes? Todo esto vale la pena comprenderlo. Y si en adición a esto también hacemos un esfuerzo por refrenar todos estos impulsos según recibimos el impacto de la noticia, ¡internamente transformamos esta energía interna en energía que sirve de uso para el Espíritu! Cuando refrenamos le damos cierto tipo de shock a la consciencia y cuando nos hacemos preguntas como las anteriores, nos damos la oportunidad de comprender más a fondo el defecto del “Yo” de los celos. Una vez hacemos este esfuerzo, lo natural es que otros Yoes aparezcan y busquen justificar y proteger nuestros errores. Es importante ser severos consigo mismos y descartar todas estas patrañas de la mente. La mente en sí misma no tiene poder alguno sobre estos Yoes diablos. Según aplicamos este esfuerzo de forma consciente, nos damos la oportunidad de pequeñas victorias y lo correcto es entonces apelar a un poder superior a la mente, con capacidad de poder destruir el defecto que ya hemos comprendido. Muchos considerarán que la solución para la eliminación del “Yo” está en hacer afirmaciones o en hacer ejercicios de respiración, pero lamentablemente tales acciones solamente resultan en un “Yo” muy afirmativo y muy bien oxigenado. La solución real está en el poder de nuestra Divina Madre Kundalini que es parte de nuestro verdadero Ser. Solamente ella es capaz de destruir nuestros defectos; simplemente hay que pedir de forma sencilla y espontánea, con amor infinito y corazón de niño, que destruya tal o cual defecto que hemos comprendido y ella así lo hará. La consistencia y la tenacidad en este trabajo poco a poco resultan en una transformación interna que tiene consecuencias en el interior y en el exterior del hombre. El cambio viene como resultado del despertar de la consciencia según se eliminan los muchos Yoes diablos que llevamos dentro y este despertar progresivo poco a poco nos lleva a Niveles de Ser de tipo superior, que en el exterior del hombre se manifiesta como nuevas oportunidades, condiciones más propicias para el trabajo, y sobre todo un aumento en la felicidad. Enviado por: Ricardo Santana Laracuente, instructor gnóstico de Phoenix, Arizona, E.U. Imagen 1: En el espejo. Auguste Toulmouche. 1890. Imagen 2: Vanité à la chouette. Fines Siglo 17. Anónimo "La Esencia embutida entre el "mí mismo" es el genio de la lámpara de Aladino, anhelando libertad...libre tal genio, puede realizar prodigios". Samael Aun Weor La Comprensión Creadora “El Ser y Saber deben equilibrarse mutuamente a fin de establecer en nuestra psiquis la llamarada de la comprensión.” (Samael Aun Weor) L a comprensión es el resultado del equilibrio entre el saber y el Ser, es el fundamento para un cambio real, es el medio para transformarnos radicalmente, tiene muchos aspectos que es necesario desarrollar y entre los que más destacan está el de saber ponernos en el lugar de nuestros semejantes. Nos dice claramente el maestro Jesús: “Os doy un mandamiento Nuevo: Que os améis unos a otros, como yo os amé, que así también vosotros os améis mutuamente. En esto reconocerán que sois mis discípulos, si os amáis los unos a otros.” (Juan 13: 34-35). En esto están de acuerdo los mayas, cuando afirman “In Lak’ ech a Lak‘ en” (tu eres yo y yo soy tú. Los chinos por su parte nos dicen: “Transfórmate en los zapatos de tu semejante y camina 3 días con él…” Comprensión viene del latín “comprehensión”, aludiendo a la capacidad de entender algo, desde todos los puntos de vista, en todos los niveles, desde el espiritual hasta el material; conocer ese algo por dentro, por fuera y por el centro, en forma unitotal. De aquí se desprende que se hace indispensable para una transformación total de uno, ya que, si unimos la comprensión al recuerdo de sí, surge el primer choque consciente que nos permite la transformación de las impresiones y así no alimentaremos más a nuestros defectos. Es importantísimo trabajar con el desarrollo de la comprensión creadora, nos trae innumerables beneficios. Comprensión de una enseñanza Si uno deja solo las enseñanzas que recibe en el centro intelectual, pues no sirve de mucho, así no provocamos cambio alguno en nuestra existencia. Muy diferente es cuando uno lleva un conocimiento hasta la conciencia, es entonces que se expresa en forma natural y espontánea en todos los actos de nuestra vida. Para lograrlo es importante dejar de estudiar como si nos estuvieran apuntando con una pistola, o como si estuviéramos en una competencia de carreras; se requiere primero que nada, aprender a escuchar en recuerdo de sí, estando con nuestra conciencia en “casa”, o sea unida al cuerpo físico, sin estar distraídos con la mente en otros lugares, si leemos debe ser con una atención plena y natural. Luego, cada enseñanza estudiada debemos someterla a la meditación profunda, relajar el cuerpo y la mente, así en ese estado, debemos tratar de capturar su hondo significado, este sistema permitirá que poco a poco la enseñanza pase del centro intelectual al centro emocional, posteriormente a la conciencia, y logrando esto se manifestará naturalmente en nosotros y lo que es todavía mejor, jamás se olvidaría. “Comprender es algo inmediato, directo, algo que vivenciamos intensamente, algo que experimentamos muy profundamente y que inevitablemente viene a convertirse en el verdadero resorte íntimo de la acción consciente.” (Samael Aun Weor) Comprensión de un defecto psicológico No es posible eliminar lo que no conocemos, en la medida que se comprenda un defecto, en esa misma medida podremos desintegrarlo. Pero el ego tiene innumerables formas de manifestarse, tiene muchos rostros, múltiples enlaces con otros defectos que dificultan su estudio, por lo que se hace una tarea larga, más no imposible. La primera tarea que tenemos es auto observarnos, dirigir la atención hacia dentro, a ver nuestros pensamientos y sentimientos, mucho es lo que desconocemos de sí mismos y si estamos alertas, podremos ir conociendo los mecanismos de estos Yoes. “En la interrelación humana, en la convivencia con nuestros semejantes, existen infinitas posibilidades de auto-descubrimiento. Es incuestionable y cualquiera lo sabe, que, en la interrelación, los múltiples defectos que llevamos escondidos entre las ignotas profundidades del sub-consciente, afloran siempre natural y espontáneamente, y si estamos vigilantes entonces los vemos, los descubrimos. Empero, es obvio que la auto-vigilancia debe siempre procesarse de momento en momento. Defecto psicológico descubierto, debe ser íntegramente comprendido en los distintos recovecos de la Mente.” (Samael Aun Weor) El estudio no debe terminar ahí, la auto observación es una parte importantísima pero no es todo, habrá que estudiar el defecto en meditación, pues cuando la mente está quieta y en imponente silencio, es posible comprender a fondo los defectos. Dos actitudes negativas que llevamos muy arraigadas impiden la comprensión de los defectos, una es el Pilatos que todo lo justifica, pues en tanto uno disculpe los defectos, será imposible comprenderlos, mientras se lave las manos ante todo lo que hacemos, seguiremos igual. La otra actitud es ser el Fariseo de la parábola del maestro Jesús, es decir, el sentirnos justos y buenos, considerar que hacemos muy bien nuestros deberes, que por lo menos no somos como fulanito. Cuando uno se cree bueno, se hace imposible cambiar, ¿para qué cambiar si ya estamos bien?, se necesita ser muy sinceros, reconocer en forma cruda lo que somos. Cada defecto descubierto en el gimnasio psicológico que nos da la vida, hay que someterlo a la meditación con el fin de saber de qué está hecho, sus múltiples formas de manifestarse, asociarse y alimentarse. Lo que buscamos en meditación es la confrontación lógica y la auto reflexión evidente del Ser. La primera surge del estudio profundo del defecto, es necesario descubrir y estudiar: ¿Cuándo se manifestó por primera y última vez en la vida? ¿Cuándo tiene más fuerza para alimentarse? ¿Cómo se manifiesta en los 5 cilindros de la máquina humana? ¿De qué se alimenta? Hay que dividirlo en partes con el fin de descubrir de qué clase de yoes proviene y qué yoes derivan de él. La auto reflexión evidente del Ser, surge cuando hacemos nuestra tarea, cuando demostramos trabajo, es entonces que el padre interno nos ilumina acerca de ese defecto. “Auto-Revelación es posible cuando existe comprensión íntegra del defecto que sinceramente queremos eliminar...” (Samael Aun Weor) La comprensión es muy elástica, no basta una meditación o dos para comprender un defecto, hemos llevado estos defectos durante siglos o miles de años alimentándolos a través de muchas existencias; lo que se comprende en una meditación es tan solo una parte, debemos continuar con mucha tenacidad a través de decenas o cientos de trabajos internos para dar la muerte a un Yo. Pero cuando este se ha comprendido totalmente, es posible desintegrarlo con la ayuda de nuestra Madre Divina interior, orando científicamente en meditación, ella podrá desintegrar solo los yoes que hemos comprendido íntegramente. De esta forma podríamos corregir el navío de nuestra existencia y llevarlo a un buen destino, ya que como dice el maestro Samael: “Auto-Determinaciones nuevas surgen de la conciencia cuando la comprensión es uni-total...” (Samael Aun Weor) Sugerimos para ahondar en este tema tan amplio: La Comprensión de La Revolución de la Dialéctica, Comprensión Creadora de La Gran Rebelión, Comprensión y Memoria de Educación Fundamental, Comprensión de Misterio del Áureo Florecer. Jenaro Ismael Reyes Tovar y María Guadalupe Rodríguez Licea. Comisión: Cursos por Internet. Imagen 1: Lectura de María Magdalena. Ambrosius Benson. 1530 Imagen 2: Allegory of Vanity Vanitas . Antonio de Pereda. (1635- 36) El Trabajo Esotérico "Noscete Ipsum" ("Hombre, conócete a ti mismo... y conocerás el Universo y a los Dioses"). A mable lector, leer esta frase tal vez usted sea un conocedor de la cultura griega y comente que está inscrita en el templo de Delfos; habrá quien diga: es una cordial invitación a conocerse uno mismo, para poder conocer a los demás, pero pocos la llevarán a la práctica. Esta maravillosa frase está cargada de infinito valor trascendental. “Conocerse a sí mismo es la base de todo avance en cualquier plano”. Se habla mucho dentro del círculo esotérico de los Mundos Internos y de las dimensiones superiores de la naturaleza. Pero si no comprendemos la constitución séptuple del ser humano, tampoco podremos adentrarnos a nuestros propios mundos internos y mucho menos a las dimensiones superiores. ¿Cómo podría uno conocer el mundo astral, si no se conoce a sí mismo? ¿Cómo podría en verdad conocer la mente universal si no conoce su propia mente? ¿Cómo podría uno conocer el mundo de las causas naturales, si no conoce las causas de sus propios errores psicológicos? Jesús el gran kabir, el maestro de maestros dijo: Con paciencia poseeréis vuestras almas. (Lucas 21:19 Reina Valera); ¿Cómo podríamos fabricar vuestra alma si no eliminamos de sí mismos la impaciencia? ¿Sí no tenemos voluntad, constancia y seriedad con nuestro trabajo interior? Clave de Sol El Trabajo Esotérico Gnóstico es el cimiento de todo avance espiritual, de toda iniciación y para ello el V.M. Samael Aun Weor nos entrega técnicas básicas para aquellos que estamos empezando en el camino esotérico, así mismo nos devela aquellas técnicas del hermetismo más elevado que utilizaron los grandes iniciados que han trascendido más allá del plano físico. Para los estudiantes de la Gnosis tenemos la clave de SOL (Sujeto-Objeto-Lugar), vivir con la filosofía de la momentaneidad, preguntarme a mí mismo ¿Quién soy?, ¿Cuál es el objeto de estar ahí?, ¿En qué lugar estoy? Estas tres preguntas conocidas como la clave de SOL me harán vivir consciente de instante en instante, llegando a trascender más allá de la tercera dimensión habitada por el ser humano; así al ir a dormir, nuestros sueños dejaran de ser sueños para convertirse en salidas en astral conscientemente porque sucederá que al andar en el mundo astral, (quinta dimensión) nos haremos las mismas preguntas de la clave de SOL y podremos darnos cuenta que estamos moviéndonos en una dimensión superior, entonces puede uno hacer actuar conscientemente (platicar con los familiares fallecidos, visitar lugares distantes, ir al pasado o al futuro, recibir las enseñanzas a los pies de los Maestros Ascendidos, etc.) Transformación de las impresiones Otra herramienta que nos enseña el V.M. para el trabajo esotérico, es la Transformación de las Impresiones; considerado como el tercer alimento del ser humano, y aunque todas las personas necesitamos de éste más que de los dos primeros, es el menos tomado en cuenta. Conocemos el primero: “La comida y agua” que nos brindan los valores vitales necesarios para el organismo, una vez que han sido transformados en nutrientes mediante el aparato digestivo; segundo: el Prana (aliento de vida) que contiene el oxígeno que entra en el aire que respiramos a través del aparato respiratorio y distribuido en más de 72,000 nadis existentes en el cuerpo vital. Pero desconocemos el tercero, A pesar de que no podríamos vivir sin él, éste es: Las impresiones recibidas a través de los cinco sentidos. Por los cuales, entran innumerables impresiones que durante el día van alimentando continuamente al agregado psicológico, dejando al aspirante gnóstico, a pesar de sus prácticas, vacío de fuerzas anímicas y por ende, estancado en el camino Así que las impresiones son fundamentales. Lamentablemente, a diferencia de lo que ocurre con la comida y el aire que respiramos, no tenemos un órgano capaz de transformar las impresiones y al no digerirlas éstas se convierten en nuevos agregados psicológicos. Educar los sentidos significa hacer un uso correcto de cada uno de ellos: debemos seleccionar nuestras impresiones y aprender a transformar aquellas que quieran servir de alimento al Yo. Existen cinco tipos de sensaciones: primero, visuales; segundo, auditivas; tercero, olfativas; cuarto, gustativas; quinto, sensitivas, (las relacionadas con el sentido del tacto). Los cinco tipos especiales de sensaciones se transforman en “Deseo”. El deseo nos convierte en el “Loco del Tarot” y vamos por el mundo cargando la mochila en nuestra espalda con todos los vicios adquiridos en ésta y en pasadas vidas. “Subyugad los Sentidos y dominad la Mente para que no reaccione ante los impactos externos”. Samael Aun Weor. Necesitamos comprender que lo importante para nosotros es conseguir la transformación de la vida, y esto se logra si somos serios con el trabajo esotérico. Sin embargo, es obvio que si el grano no muere, la planta no nace. En toda transformación existe muerte y nacimiento. El “Yo” debe morir para que nazca la “Virtud”. Si no «transformamos» la mala impresión que recibimos, por ejemplo, de un insultador, entonces esa impresión se convierte, dentro de nosotros, en un «Yo» de venganza. Si no «transformamos» la impresión que nos provoca una copa de vino, obviamente tal impresión se convierte en un «Yo» de la embriaguez, Etc. En cada uno de nosotros existen los siete defectos psicológicos y nos dice el poeta Virgilio que aproximadamente unos diez mil derivados de éstos. Sí queremos una transformación radical y alcanzar otro nivel del Ser, primero hay que erradicar el ego de sí mismos. ¿Qué hacer para transformar una impresión? “Si una persona se encuentra desesperada por algún problema sentimental, familiar, económico, de salud o de cualquier otra índole, obviamente se ha olvidado de sí misma”... “Tal persona, si se detiene un instante, si observa la situación y trata de recordarse a sí mismo y luego se esfuerza en comprender el sentido de su actitud; si reflexiona un poco, si piensa en que todo pasa, en que la vida es ilusoria, fugaz, y en que la muerte reduce a cenizas todas las vanidades del mundo”. “Si comprende que su problema, en el fondo, no es más que una «llamarada de petate», un fuego fatuo que pronto se apaga, verá de pronto con sorpresa que todo ha cambiado”... Dejar de crear «Yoes», es indispensable. Eso es posible, únicamente, «digiriendo» o «transformando» las impresiones. ¿Y cómo «digerirlas»? ¿De qué manera? ¿Cómo transformarlas en algo diferente? ¿Sería posible eso? ¡Sí es posible! ¿Cómo?, mediante la conciencia dando el choque consciente, viviendo despierto de instante en instante, no dejándonos fascinar para no caer en un estado de mayor inconciencia “Transformar reacciones mecánicas es posible mediante la confrontación lógica y la auto-reflexión íntima del Ser” Samael Aun Weor: “Psicología Revolucionaria” Tema enviado por Instructora Nelly López Villa. Hermosillo, Sonora. Imagen 1: La Batalla en el Cielo. Alberto Durero. 1496- 1498 Imagen 2: Andrea del Sarto. 1520-1530 Arcano 72. La Purificación AM: El Principio de la propia Redención. AT: “Oye la Doctrina de tu Padre, y no desdeñes la dirección de tu Madre”. AV: Marte. Letra: O. Nº 9 EG: Hay limpios propósitos a su respecto; no crea en halagos; su ideal puede concretarse. D: Ingenuidad; compra afortunada; noticia oportuna. R: Aflicción; fortuna tras mucho esfuerzo laborioso. L a purificación, es la acción y efecto de purificar o purificarse. Lo cual implica limpiarse de toda impureza. Se dice que Dios acrisola a las almas por medio de las aflicciones o pruebas. En Alquimia se acrisolan los metales por el fuego. La Auto-Realización Intima del Ser es muy grave, gravísima; ha de pasar uno por torturas espantosas: muchas veces tiene uno que renunciar a lo que más ama, tiene uno que estar dispuesto a perder lo más querido, “lavar los pies en la sangre del corazón”. Necesitamos purificar nuestra propia luz para que la gran luz nos salve de acuerdo a la Gnosis. La luz Interior individual debe ser purificada mediante la desintegración de los agregados psíquicos. Necesitamos que la gran Luz nos perdone realmente. Los seres luminosos y el ser luminoso, dentro de nosotros, quieren purificarnos. Sólo es posible la purificación desintegrando los elementos psíquicos indeseables de nuestra psiquis. La desintegración de cualquier Agregado Psicológico sólo es posible a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios. Jamás sería posible la desintegración de los elementos psíquicos indeseables, sin el auxilio de nuestra Divina Madre interior. Inferimos entonces, que el Ego con sus emanaciones materiales o hidrógenos muy pesados, pertenecientes a los mundos infiernos, ha contaminado la mente, el corazón y el sexo, sobre todo con sus violentas emanaciones pasionales, y que nos toca ahora trabajar sobre sí mismos para eliminar «Yoes», tal como este Arcano Menor Nº 72 nos está sugiriendo. Dicho en forma más sencilla: Debemos reconquistar la infancia perdida o pureza primigenia en la mente, el corazón y el sexo, lo cual sólo es posible desintegrando «Yoes». Es necesario aprender a vivir sabiamente, refinar nuestros sentidos, refinar nuestra conducta, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. De nada sirve tener una gran cultura académica si no sabemos escuchar, si no somos capaces de descubrir lo nuevo de momento en momento. Necesitamos refinar la atención, refinar nuestros modales, refinar nuestras personas, las cosas, etc., etc., etc. Es imposible ser verdaderamente refinado cuando no sabemos escuchar. Las mentes toscas, rudas, deterioradas, degeneradas, jamás saben escuchar, jamás saben descubrir lo nuevo. Ser refinado es algo muy difícil y que requiere plena atención. Alguien puede ser persona muy refinada en las modas, trajes, vestido, jardines, automóviles, amistades, y sin embargo continuar en lo íntimo siendo rudo, tosco, pesado. Quien sabe vivir de momento en momento, marcha realmente por el camino del verdadero refinamiento. Quien tenga mente receptiva, espontánea, íntegra, alerta, camina por la senda del auténtico refinamiento. Quien se abre a todo lo nuevo abandonando el peso del pasado, los preconceptos, los prejuicios, recelos, fanatismos, etc., marcha triunfalmente por el camino del legítimo refinamiento. La mente degenerada vive embotellada en el pasado, en los prejuicios, orgullo, amor propio, preconceptos, etc., etc. La Mente degenerada no sabe ver lo nuevo, no sabe escuchar, está condicionada por el amor propio. La Educación Fundamental enseña a escuchar, enseña a vivir sabiamente. Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades, deben enseñar a sus alumnos y alumnas el camino auténtico del verdadero refinamiento vital. En tanto el Ser no haya resucitado continuaremos inconscientes y perversos, sumidos en el dolor; la muerte del ego y la resurrección del Ser en nosotros debe ocurrir durante la vida. La Purificación: La Purificación como acto depurador simboliza la virtud humana de auto-superación. el principio de la propia liberación. Vemos en el centro de la lámina un signo AAB, baño depurador, ablución, depurarse ceremonialmente, pureza, sacerdocio. Los dos cántaros con las aguas purificadoras de la vida, lavan en el Iniciado toda impureza. Él lleva en su mano diestra el símbolo maravilloso de la Cruz ANK Egipcia, como emblema de la transmutación alquímica y del crisol de fundición, es decir, donde debemos purificar nuestros metales viles, donde debemos transmutar el plomo en oro, a través de la eliminación radical del Ego. Arriba RA con disco solar, emblema de la vida, del Ser, del Logos que encarnamos con la purificación interior. Abajo AN, EL PEZ nos señala el alma, pero en una simbología más profunda, en el cristianismo antiguo alegoriza al mercurio de los sabios, al Espíritu Santo, por eso lo vemos allí en las aguas espermáticas del primer instante. Letra Hebrea Iod: Quiere decir Mano: El vocablo significa operación, formación, causa eficiente, enseñanza teológica, perfección. Representa al Padre-Madre interior, los misterios del número 10 o IO. Despierta actitud para conocer por inducción y deducción. (Estudiada en el Arcano 10, 28 y 50). Fonograma Egipcio: Como letra es la “I” y como vocablo se utiliza a veces como “UI” en cualquier caso está relacionado con la letra Hebrea Iod y con el valor numérico 10. Cuando se utiliza como el vocablo “UI” es símbolo de dualidad, es decir de los Misterios de “IO”, de Júpiter, el Padre. El Símbolo Alquimista: Este símbolo en la Alquimia representa la idea de LUZ, DíA, DIEZ, DIOS. En la escritura Pasaje del Río representa a la misma letra Hebrea Iod. Letra O: Se relaciona con el número 18 y el planeta Marte. Está simbolizada por una esfera, atributo del mundo manifestado. Planeta Regente: Marte; Samael, Señor de la fuerza, es su rector, él es el 5º de los 7 Espíritus ante el trono del cordero, la 5ª voz. Es el Dios de la guerra (guerra que debemos librar contra nosotros mismos, contra la naturaleza, contra todo para alcanzar la liberación final; como decían los aztecas: “La guerra florida o la guerra que hace florecer al corazón”. La fuerza marciana, asimilada en la Esencia nos permite luchar con denuedo, tenazmente, incansablemente, vencer en las pruebas iniciáticas. Marte, el planeta de la guerra, de la fuerza. Este Arcano nos invita a comprender que la limpieza interior -psicológica- implica guerra contra sí mismos, contra la naturaleza, contra todo y contra todos, porque sólo el individuo revolucionario, el rebelde inteligente -mediante trabajos conscientes y padecimientos voluntarios- puede lograr esas «milenarias purificaciones». Cualidad o virtud: La aplicación al trabajo esotérico, la obediencia al padre-madre interior, la humildad. El defecto: La negligencia, la desobediencia, la jactancia, el orgullo. Prueba iniciática: Las 4 pruebas de los Elementos y todas las pruebas para acrisolar la Auto-Realización Intima. «Cuando el cuaternario inferior obedece fielmente al Espíritu, el resultado es la Iluminación. Mientras el cuaternario inferior no obedezca al Espíritu, es decir mientras la humana persona no sepa obedecer al espíritu es imposible la Iluminación». Samael Aun Weor Axioma Trascendente: “Oye la doctrina de tu padre, y no desdeñes la dirección de tu madre”. En este Arcano se encierra el principio de la propia liberación. Purificándonos íntimamente nos auto-liberamos, y para lograrlo tenemos que aprender a escuchar la voz aleccionadora del padre interno y seguir las directrices de nuestra madre divina, tal como se desprende del Axioma Trascendente que reza: «Oye la doctrina de tu Padre y no desdeñes la dirección de tu Madre». La Doctrina del Ser es la ciencia de las incesantes purificaciones, vale decir, de las constantes transmutaciones o transformaciones de lo impuro en materiales puros, porque escrito está que «la cobra sagrada -la Mujer-Serpiente, nuestra Madre Divina- no come nada inmundo; ella sólo devora fuerzas, atributos, virtudes divinales, etc.» No basta únicamente conocer o estudiar, dijéramos, el cuerpo de doctrina. Esa es una parte, pero no es todo. Se necesita llegar a la unión, dijéramos, de la doctrina o los principios doctrinarios (es decir, del conocimiento) con el Ser. Cuando el Ser y el conocimiento se integran, entonces de allí nace el esfuerzo consciente. ¿Cómo sabe uno que una persona posee un conocimiento, o mejor dicho, que posee realmente la comprensión? voy a decirles: de la unión del ser y del saber deviene la Comprensión. Es, dijéramos, la comprensión el medio idóneo que conecta al Ser y al Saber. Una persona puede tener conocimientos, pero si no ha logrado, pues, unir a esos conocimientos con el saber, pues no tendrá comprensión. ¿Y cómo sabe uno que una persona tiene los conocimientos, pero no posee la comprensión? Muy fácil: El que solamente tiene los conocimientos, no hace sino repetirlos, memorizarlos; pero si se le exige a una persona (que tiene esos conocimientos memorizados) que los exponga de las más diversas formas, y desde distintos ángulos, en forma espontánea y natural, no podrá hacerlo; se contentará con repetir, más o menos, lo que tiene acumulado en la memoria y eso es todo. Pero quien posee la comprensión, puede hablar sobre cualquier parte de la doctrina en forma consciente, y explicarla desde los más diversos ángulos. ¿Por qué? Porque tiene la comprensión, porque ha llegado a la comprensión, y esta comprensión resulta, como ya les dije, de la unión del Ser y del Saber; eso es claro. ¿Cómo se podría llegar a esa unión? Mediante la fuerza del anhelo, mediante la inspiración. Sólo así se podría unir al Ser y al saber. Cuando uno sí es comprensivo, cuando uno comprende la enseñanza, pues puede trabajar, verdaderamente, en forma consciente. Elemento de predicción: Promete: Ingenuidad, aflicción de espíritu, luz que ilumina y calienta; fortuna por medio del esfuerzo laborioso, compras afortunadas, noticias satisfactorias. Adaptado de Cesar Owen. España. Revistas anteriores: http://www.samaelgnosis.net/revista/ La Sabiduría del Ser 2 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 28 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 7 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 10 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 12 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 14 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 17 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 21 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 24 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 27 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis La Sabiduría del Ser 29 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl - Gnosis