La ciencia Jinas

“Una mirada al cosmos desconocido” Autor anónimo, siglo XV

Amigos, es momento de platicar un poco sobre fenómenos de la cuarta dimensión de la naturaleza, vivimos en un mundo de tridimensional donde todo está compuesto por: largo, ancho y alto.

Una mesa, por ejemplo, tiene largura, anchura y altura (tres dimensiones). Sin embargo, existe una Cuarta Dimensión y ésta es el Tiempo. ¿Cuánto hace que el carpintero construyó una mesa? He ahí la dimensión tiempo.

Así pues, largo, ancho y alto, es el mundo tridimensional de Euclides, la Cuarta Vertical; el Tiempo. Existe una Quinta Coordenada que es la eternidad. Hay una Sexta que está más allá de la Eternidad y del Tiempo. Es el mundo electrónico, por último, tenemos la dimensión cero, desconocida, la Séptima Dimensión, que es el espíritu universal de vida.

La Cuarta Dimensión, es una región superior al mundo físico, vale la pena estudiarla. Sabido es que la Física actual se encuentra estancada. En pleno siglo XXI seguimos usando motores de gasolina en aviones, cohetes, lanchas, motocicletas, etc. Estamos estancados por intereses económicos egoístas que no permiten el desarrollo de la energía libre. Además de que no queremos ver con nuestra mente tridimensional la realidad de la cuarta dimensión de la naturaleza.

Obviamente, sería posible la conquista del espacio estrellado si nosotros tuviéramos una geometría tetra dimensional, es decir, de cuatro dimensiones. Albert Einstein intuyó la existencia del híper espacio. El estudio del átomo a fondo nos lleva al descubrimiento de la cuarta dimensión.

Los hermanos mayores son capaces de viajar con sus naves varios miles de años luz usando la cuarta dimensión, ellos han sido capaces de trazar una geometría tetra dimensional o híper geometría por oposición a la clásica Geometría Tridimensional de Euclides. Con una Geometría así, se puede fabricar una Física de cuatro dimensiones.

Precisamente, eso es lo que necesitamos, si queremos nosotros construir naves, capaces de atravesar la barrera de la velocidad de la luz. (Que es de 300.000 kilómetros por segundo), tenemos, en verdad, la Cuarta Dimensión. En tanto no hayamos conquistado la Cuarta Dimensión, la conquista del espacio infinito resultaría algo más que utópica. Pensemos en la cantidad de tiempo que necesitan las sondas espaciales que mandan los Estados Unidos, China, Rusia, Japón, etc. Para explorar nuestro sistema solar.

 Las naves de los seres del espacio pueden viajar a varios cientos o miles de años luz en poco tiempo porque manejan la cuarta dimensión. Así que vale la pena explorar la cuarta dimensión, dentro de la cual hay razas, hay habitantes que todavía viven en estado paradisiaco. Los científicos de esta época no quieren admitir el éter, dicen que “lo que hay son campos magnéticos”.

 Pero el Éter existe, aunque los Físicos no lo acepten. Existe un mundo etérico que nos penetra y compenetra sin confundirse con nuestro mundo de las tres dimensiones. El azul que vemos en las lejanas montañas es éter. El azul del cielo es éter. El éter está en todo. Es claro que podemos meter el cuerpo físico dentro del mundo etérico, es decir, dentro de la cuarta dimensión, para viajar en el Hiperespacio. Por ejemplo, en el oriente hay sabios que saben meter su cuerpo físico dentro de la cuarta dimensión.

 El Sabio Pantajali en sus aforismos da una clave: “Si nosotros practicamos un Samyasin sobre el Físico, éste se vuelve como de algodón, y que en esas condiciones penetra dentro de la cuarta dimensión (puede flotar sobre las montañas, sobre los mares, caminar por entre el fuego sin quemarse, atravesar una roca de lado a lado sin recibir ningún daño)”. Así lo afirma el gran Yogui Pantajali en sus aforismos.            Un Sannyasin consta de tres partes: primera, Dharana, es decir, Concentración; segunda, Dhiana, es decir, Meditación; y tercera, Samadhi, obviamente, éxtasis. Así que debemos concentrarnos intensivamente en el cuerpo físico, excluyendo todo lo de nuestro derredor, para entrar a la primera fase de un Sannyasin.

 Posteriormente meditar en nuestro cuerpo físico, en la maravilla de sus células orgánicas, en su reproducción mediante el proceso de división; en su sangre, en las circunvalaciones del cerebro, en el corazón, etc., y absortos, vendrá el éxtasis o shamadhi. En tal estado, se requiere que nos levantemos de nuestra cama o del sillón donde estamos sentados, dar un saltito con la intención de sumergirse totalmente en la cuarta vertical, y si flotamos, podemos salir a calle y alejarnos del lugar.

 Con el cuerpo físico en estado, digamos, de manteya (para hablar esta vez al estilo griego), metido dentro de la Cuarta Dimensión, hallaremos gentes y razas Jinas. Sobre eso se hablado mucho en el Corán, y en ese otro libro de “Las Mil y Una Noches”. “Cuentos para niños pequeños”, dirán los ignorantes ilustrados, pero bien sabemos que, en tal obra, se encuentran contenidas maravillas extraordinarias de la ciencia de los Jinas.

 Así pues, humanidad no solamente existe en este mundo tridimensional de Euclides, hay razas humanas viviendo en la cuarta dimensión. Recordemos el caso aquél de Cambises, el gran Rey de Persia, Cambises, alguna vez vio en sus correrías a un extraño pueblo que, en modo alguno, se había sometido jamás a su cetro de tiranía. Envió emisarios diciendo: “Si este pueblo no se rinde y paga los impuestos correspondientes al gobierno, lo invadiré con mis tropas y será destruido”.

 Como respuesta, llegaron unos extraños presentes a Cambises; eran unos peces, símbolo del agua. Unas plumas de águila, alegorizando el elemento aire. Un topo (tierra) y una simbólica salamandra; (fuego). Todo ello simbolizando que hasta que Cambises dominara estos elementos, podría gobernarlos. Está claro que quien tenga el dominio de los cuatro elementos dentro de sí mismo se convierte en Rey de su propia naturaleza y adquiere muchas facultades, entre ellas la capacidad de entrar a la cuarta dimensión con todo y cuerpo de carne y hueso.

“Fenómeno de ingravidez”, Remedios Varo, 1958.

 Don Mario Roso de Luna, el insigne escritor teosófico autor de muchas obras sobre ciencia Jinas, cita en sus libros a muchas tierras, pueblos, ciudades y templos en estado etérico. En Cataluña, España, existe un templo en estado de Jinas, el templo de Montserrat. Antiguamente dicho templo era visitable para todo el mundo, más tarde este templo entró en estado de Jinas y dice la tradición esotérica que allí se encuentra el Santo Grial, aquel cáliz de plata en el cual bebió Cristo en la última cena; dicho cáliz contiene la sangre del redentor del mundo.

Fue José de Arimatea quien, al pie de la cruz en el calvario, llenó la copa con la sangre que manaba de las heridas del maestro Jesús. En muchas partes del mundo existen monasterios y templos secretos metidos en la cuarta dimensión de la naturaleza, dentro de los cuales existe un gobierno secreto, conocido como la logia blanca, misma que rige los destinos del mundo. De cuando en cuando manda emisarios al mundo tridimensional para dar un mensaje y/o ayudar a la humanidad, tales como el conde de Saint Germain quien pertenece al rayo de la política mundial. Moria, Maestro del Rayo de la Fuerza, Mahoma, Buda, Hermes, Juana de Arco, etc.

Todo emisario después de entregar su mensaje, obedeciendo órdenes superiores del Sagrado Colegio de Iniciados de la Blanca Hermandad, se retira y regresa a su monasterio. Cabe mencionar que el maestro Jesús, tuvo la misión de enseñarnos el cuarto evangelio del Cristo; en forma de parábolas, actualmente, este maestro vive con su cuerpo inmortal en la cuarta dimensión, en estado de Jinas; en un lugar conocido como el Shamballa en el Tíbet secreto. El maestro Samael Aun Weor es otro avatara o mensajero de la blanca hermandad, cuya misión fue dar a conocer el quinto evangelio ya develado para toda la humanidad; siendo este el conocimiento de los signos o gnosis.

Al respecto, el maestro afirmó lo siguiente: “Yo soy un emisario, un mensajero o Avatara enviado por la Logia Blanca para entregarle a la humanidad el Mensaje de la era acuario que se inició el 4 de febrero de 1962, entre las dos y tres de la tarde. Mi deber es entregarle a la humanidad el mensaje. Cumplida esta misión regresaré a mi monasterio del Egipto secreto”.

 El maestro Samael nos invita a caminar por la Senda del Filo de la Navaja, con el propósito de entrar un día en las Tierras de Jinas, no como simples visitantes sino como auténticos moradores de estas regiones superiores de la naturaleza. La Cuarta Coordenada está colocada en, y dentro de la superficie de la tierra.

Podemos aprender a usar la ciencia Jinas no para cometer abusos, sino para ir a curar a otros, o curarnos a sí mismos, irnos con nuestro cuerpo de carne y hueso a otros mundos para adquirir sabiduría.

 Apreciados amigos, hasta aquí mis palabras, ¡Paz inverencial!

Fraternalmente Virgilio Cuautle Roldán. Instructor de gnosis en Nochistlán Zacatecas México.

“Una mirada al cosmos desconocido” Autor anónimo, siglo XV

“Fenómeno de ingravidez”, Remedios Varo, 1958.

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