La forma en que lo logró.

Estatua del dios Harpócrates

El maestro Samael Aun Weor, Avatara de la era de acuario, entregó en sus libros y conferencias un sinnúmero de prácticas para salir conscientemente en estado de Jinas; en una de sus conferencias públicas llamada “psicología experimental”, narra cómo fue que consiguió meter su cuerpo físico a la cuarta dimensión. 

Su esposa, la maestra Litelantes, lo instruyó sobre la ciencia Jinas y le mostró la práctica con el huevo Órfico, el cual se representaba en los misterios Dionisíacos, para mostrar la creación; al igual que en Grecia y en la India, donde se mostraba al primer hombre de la creación, andrógino, saliendo de un huevo. A su vez, el huevo de oro de Brahma simboliza al universo y también representa al mundo, el cual es oviforme. Lo anterior permite deducir que el huevo tiene grandes poderes ocultos.

Litelantes le enseñó que: “con el huevo podía uno poner el cuerpo físico en estado de Jinas. Hay que hacer un pequeño agujero al huevo en el extremo puntiagudo, y por entre ese agujero sacar su yema y su clara. El huevo hay que tibiarlo en agua ligeramente, antes de hacerle el agujero. El discípulo deberá pintar ese huevo de color azul. Se coloca esa corteza cerca a nuestro lecho, y el discípulo se adormecerá imaginándose metido entre el huevo.

 El Maestro Huiracocha dice que en estos instantes debe uno invocar al Dios Harpócrates, pronunciando el siguiente Mantram: HAR-PO-CRAT-IST.

Entonces el Dios Harpócrates llevará al discípulo entre el huevo. El discípulo sentirá una gran rasquiña o picazón en su cuerpo. El discípulo se sentirá incómodo, porque tendrá la posición incómoda con que se representa a un pichón entre el huevo. El discípulo no debe protestar, el Dios Harpócrates lo transportará a cualquier sitio lejano, y luego abrirá el huevo y lo dejará allá.

Con esta práctica, el maestro Samael aprendió a salir en Jinas, pero refiere que no fue sencillo, requirió voluntad de acero, paciencia infinita y tenacidad; se levantaba de su lecho 15 o 16 veces por la noche sin resultados, hasta que al fin lo logró. En la cuarta dimensión pudo observar a más personas que también estaban conscientes en estado de Jinas.

El huevo órfico. Serpiente y huevo mundial de los habitantes de Tiro. Jacob Bryant
1774

En aquel entonces, el maestro Samael era objeto de burlas y escrutinios, se le exigía que demostrara la realidad de la ciencia Jinas. En la actualidad eso no ha cambiado, existen personas que piden pruebas de esta disciplina para creer, sin olvidar que el mismo Tomás bíblico, apóstol del Cristo, aun con la prueba viviente de la resurrección, señaló: “lo veo y no lo creo”, e introdujo incrédulo el dedo en la llaga que dejó el clavo al ser crucificado.

Conviene recordar que el ser humano tiene tres mentes, la mente sensual, que adquiere sus conceptos de contenido en base a los cinco sentidos, la mente intermedia que se basa en las creencias y la mente interior que proviene de la fe, que es considerada por la gnosis como “experiencia directa”. Así, la mente sensual exige demostración de la ciencia Jinas, pero no para practicar o vivir la realidad, sino para alimentar a la mente intermedia con una creencia.

A la mente sensual y a la intermedia no les interesa la verdad ni la fe, como experiencia directa, porque se mueven de acuerdo al yo. El yo de la pereza quiere resultados rápidos y sin esfuerzos, no quiere abandonar el sueño para vivir la realidad, prefiere negar y fortalecer la mala voluntad para engañar a la consciencia y evitar que experimente la realidad. Es como si alguien pidiera evidencias de un viaje a un país lejano, para creer o no creer, o para juzgar ese lugar o a las personas que lo habitan, pero no se atreve a viajar, teme salir y prefiere que le expliquen cómo es para alimentar al intelecto vacío y frío.

Es por ello que en la doctrina gnóstica no se ofrecen evidencias de la experiencia de la realidad, sino que se entregan las claves para que cada cual experimente por sí mismo, y de paso, fortalezca su voluntad, paciencia y tenacidad. La invitación es a realizar la citada práctica con el huevo órfico, para vencer al miedo y a la mala voluntad y vivir en carne propia la realidad de la ciencia Jinas.

Enviado por: Susana Margarita Rodríguez Licea.

Bibliografía: Tratado de medicina oculta y magia práctica. Conferencia: «Psicología Experimental»

Imágenes: Estatua del dios Harpócrates Freepik imágenes y vectores gratuitos.

El huevo órfico. Serpiente y huevo mundial de los habitantes de Tiro. Jacob Bryant 1774

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